Una vez ido. ¿Desaparecido?

Quien se va corriendo arrastra consigo el peso del polvo que se levanta. Se lleva todas las sombras insolubles. Todos los ahogados en los mares. Su propio pasado.

¡Qué será! ¡Qué será!

Las amenazas volverán. Volverán las amenazas con las tormentas y arroyuelos: como las ilusiones.

Amontonadas. Apeñuscadas.

Y una vez elevándose en los aires, sólo darán, como dieron, paso a la frustración porque no hay mar menos manso y grato que el desprecio.

No hay más, se ha dicho, que este horizonte difuso. Espejo del hoy que ya se va. Del que ya se fue. ¿Dónde está la algarabía esperada? ¿El vuelo ágil? ¿La espalda que antes soportaba los cielos, ahora libre? La primera sonrisa es de aquél que llega a su destino como de quien, de él escapando y de su designio, escapa. Cuánto se diferencian nuestros antojos de los racimos que finalmente sostenemos y comemos.

Este hoy no era Hoy.

La sentencia acato.

Estoy que mato al ingrato.
Con una mirada maligna, una pócima secreta o hasta con un zapato.
¿A quién? Al que se fue. Al novato.
Era un hombre timorato.
Era un ser que para todo sentenciaba: “mejor al rato”
“¿Para qué comprar lo caro si siempre está lo más barato?”
Ah es que para el concurso de pereza fue siempre el primer candidato
y de la sociedad siempre se creyó del mejor estrato.
Nunca lavarse tan siquiera un plato.
Siempre dormido, siempre pidiendo. Siempre un mojigato.
Ustedes se preguntarán: ¿y yo por qué vengo ahora con semejante relato?
¿De dónde acá semejante arrebato?
Perdónenme la queja innecesaria, el exceso de confianza y la falta de recato.
Pero la verdad es que hablando en pasado dejo a un lado tanto alegato
y resulto en tercera persona hablando de mí y describiendo mi retrato.
Así es y ahí está. Mil disculpas. Ahí les dejo el dato.
¡Ay que me siento un neonato!
¡Me mato!

Tengo.

Se puede ver todo.
Se puede ver todo pero
nunca se puede ver uno a sí mismo.

The Great.

Sé que veré. Sé que mis ojos se posarán sobre tus pupilas. En algún momento en que la respiración se nos agote y podamos sonreir al misterio y a la incertidumbre. Hoy te veo. Deslizándote en las habitaciones vacías sin mí. Vacías de ti en todos los rostros, en todos los rasgos y las paredes. En todo el cemento que parece perderse en los buses. Visto, visto todas las aguas de rocío. Todos los cielos de azul: celeste. Celeste será este cuarto apenas pueda verte.

Cómo pasan las aguas por los ríos, cómo pasa el viento entre las laderas, cómo pasa el tiempo por esta lengua que describe su sed. Que se sumerge en una canción con guitarras. Un solo asolas. Una voz para todas las aves que vuelan las riveras llenas de perlas, todas las arenas que pisas, todas las huellas. Ricas son las costas de tus sueños.

De los sueños, cuando te sueño conmigo.

Pues todo ha llegado en las hojas que empujas, en esas piedrecillas rodantes de los caminos de polvo. Ha llegado lo que he pedido. A mi lado. Conmigo.

Sí, que sí. Tan, tan.

Yes,
(we can-n)-abis-mos.
Pez,
que ya sabes nadar.
Al primer cielo vamos.
De tus ojos: el cosmos.
Al último vol-cán.

Tiritan.

“Es que yo cuando me pongo bravo, me pongo nervioso.
Entonces cuando me asusto, me pongo bravo.
Pero cuando me pongo nervioso, me asusto.
Entonces me asusta que al ponerme bravo me ponga nervioso.
Es tan triste.” Me dijo.

Y yo sin qué decir, improvisé: “Pues bueno, a mi me pone nervioso que le asuste que al ponerse bravo se ponga nervioso. Me asusta mi nerviosismo porque cuando me pongo bravo usted se asusta. Sí, es muy triste”.

Es-tán.

Son los olores, las noches, esas noches contigo. Los días, cada rato. Se pasa el río entre las nubes que lo reflejan. Se van las sombras de las nubes. Se va la vida. Es tan fácil perderse en el mismo camino...

En el propio. Perdernos en lo que precisamente nos da la herramienta para creer que sí somos. Perderse ahí. Donde todo converge. En donde todo converge. Y que converge en esta realidad fangosa, aveces abierta y sonora, otras hermosa.

Es bella solamente cuando te pienso en ella.

Es hermosa cuando en ella te tengo. Ahora.

Ya llega con los vientos la hora.

De tenerme contigo en una estrella.

Cha cha cha...


No me oye. ¿Puede oírme? No me mira. Tampoco me escucha.
¿Dónde está el agua caliente en esta vieja ducha?
Vieja, desvencijada. Oxidada. Digamos: ¡cucha!
De este vetusto ladrillo llamado casa. Digamos: ¡casucha!
¡Siempre el grito ahogado del chorro frío, siempre la misma lucha!
A veces ganas de bañarme vestido me da o, al menos, con cachucha.
Pero la intención poco me dura pues la ventaja final no es mucha.
Al principio veinte minutos, luego diez y luego cinco cual trucha.
Triste es: mañana será de nuevo. Ay Dios mío, qué tristeza, pucha…

Salir fuera del afuera.

¿Si ve esa puerta? ¿Esa? Sí, esa. La que está abierta y en la que me encuentro adentro. Esa no quiere decir que se puede entrar. Quiere decir que lo que está adentro puede salir.

De sí.

En la otra arena en donde bailan, en donde la música empuja las formas y se agitan las musculuturas. El cigarrillo prende su curso. Licores que vienen con la sed de contacto. Y yo, en la arena cubierta de la soledad. Sitio propicio para la búsqueda de quien primero se ha perdido. Una cerveza se empuña y se empeña por esta noche.

M-Te escucho.

Se calla la lluvia cuando cae. Calla su golpe. En el sonido de la noche, suenan tambores perdidos. Suenan duchas y gotas. Suenan también goteras. Allá donde los tubos rechinan y el vapor sopla silbidos a las cucarachas. En los rincones perdidos en donde no aparecen las cosas menos comunes.
Suenan las yemas de mis dedos. Me escucho respirando. Todo suena cuando las nubes soplan vientos y barcas.

Pagar.

Puede caer dentro, in.
Puede caer incluso afuera, out.
Puede dejar de caer, off.
Puede regresar una vez entregado, back.
Puede subir, up.
Puede bajar, down.
¿Podrá posarse?, at.

Sí, es posible.

Si sólo hubiese una posibilidad nunca hablaríamos de posibilidades. Ni siquiera las tendríamos como concepto. A menos, claro, que exista un concepto único.

Que, de hecho, es precisamente de lo que hablamos: una única posibilidad.

La otra posibilidad.

¿Pueda que pueda? ¿Eso quieres decir dejar de estar en donde está aquello otro pero también en dónde está la medida elegida de todas las cosas? ¿Estar juntas en donde no pueden estar juntas? Siempre están juntas. No pueden poder no poder que puedan. Aquello no es posible.

En-primera con la sorpresa.

Tanto acumulamos todas las posibilidades diferentes a aquella que es una-sorpresa, que finalmente eliminamos las razones por las cuales son, de hecho, una-sorpresa en primera instancia.

Porque de-allá no es de acá.

Finalmente llego a este cúmulo de percepciones y de vientos fuertes y aguas recias. En donde la sonrisa acompaña aveces la desdicha de tantos. La comida casi canta, casi la escucho cantar. La música, el ritmo, la danza. Las sombras que aún persisten en mi memoria son parte de este presente que ya mismo es mi memoria. De nuevo. Acá he dejado lo que de allá no pude traerme. Acá, simplemente acá. Es lo que es. Allá. Allá. Pero acá está no sólo mi casa sino la gente que vive en ella. Que me ha visto cosumir años. Consumir tristezas prematuras y postmaturas. Consumir sonrisas en la mesa de cuatro. En las dos sillas y el sofá para dos. El equipo.

En una noche como esta, en la mañana como la de hoy, en esta tarde faltaste siempre tú. Falta tu sonrisa, tu palabra, el cauce de tus sueños, la comida que cocinas. Mientras te sientas. Cuando me sonríes.

Qué felices son las llamadas cuando son atendidas...

A tu lado.

Del otro lado es del mismo lado.

Este y todos los Domingos.

Los arroyuelos tienen la forma de cada uno de tus cabellos.
Rubios los soles y cada puesta de sol.
Los vientos que soplan las hojas en el suelo. El canto nocturno.
En el azul profundo dentro del horizonte.
En la verde pradera húmeda en las mañanas sumergida en el rocío.
En la tierra fértil que empuja la vida donde no hacen falta ojos.
Laboriosa la hormiga, palpitante el caballo.
Mariposas que despejan toda duda de infortunio.
Ahí, sonriente y sentado: estás tú.
Ya te extraño.

Que sí la hay.

If you make understandable one lie, you will produce a truth because it is true that is one lie.

De la probabilidad.

"No a todos se les presenta esa oportunidad"
Pues claro, no a cada uno de todos se les presentan todas las oportunidades.

Cum-bamba.

Bueno, pero: come, come, como ven ven y no como come-on, come-on; vamos, vamos.
Y para terminar esa frase en rima: vamos, vamos, comamos.
O algo así.

De ahoritica.

Me aterra pensar cuánto se parecen las palabras Alergia y Alegría.
Es un designio semántico, una casualidad irrisoria de la única certeza: y es la incertidumbre.
Cuánta incertidumbre.
Cuánta duda.
Cuánto misterio a cada paso en este camino cual filo de un cuchillo.
Un mal paso y la más feroz caída. La propia, la de los amados, la de los odiados.
Y hasta la de los desconocidos.
¿Por qué ha de ser que no podemos conocer ya lo que vendrá?
El miedo al quién-sabe, al no-sé-cuándo, al no sé-sí-sí porque puede ser que-no.
¿Tiene sentido una vida sometida a un criterio probabilístico?
No hay felicidad más tonta que la felicidad en sí misma. Apenas la agarramos
y ya andamos temerosos de que en el siguiente movimiento se nos vaya.
No hay miedo más cierto que el miedo en sí mismo.
Miedo siempre tenemos. Miedo al miedo que ya está y puede crecer.
Miedo al desconocido miedo que podrá llegar.
Miedo al miedo que ya estuvo y puede repetirse.
¿Por qué tendrá que ser el futuro desconocido?
¿Qué determina ese horizonte difuso?
Las leyes de la física, claro. Donde todo puede pasar.
Pasar que no pase o que pase.
"Cualquier motivo es bueno para beber. Hasta no tener motivo es un motivo".
Todos los días llueve en las calles y dentro de las casas.
Y cuando para de llover, entonces seguido deja de escampar.

De licores.

Se oscurece la noche. Se hace oscura la sombra. Me hundo entre las mareas rojas que surcan mis venas. Me voy esperando que golpees mi cabeza. Que me aplastes bajo el puño de tu desdicha. Bajo el yugo y condena de la mañana que ya llega.

Se hace mañana.

Mañana es mañana.

La lengua callada.

The most important thing about learning a new language is to realize that the only one that matters is your own. Your own voice. Todos los errores están permitidos.

Yo y tres sólos.

Sólo hay un modo para que mi Ser sea global:

La pertenencia y conciencia del espacio que ocupo. Del pedazo que soy.
Entender que pertenezco inexorablemente y que siempre me comunico.

Que sólo existe un posible lenguaje: el mío. El primero y único.
Que apenas hay una palabra y es la de mi conciencia
hacia esta existencia que es la Existencia toda.

Que es todo lo que soy.

No necesito otro idioma. No requiero moverme. Es incluso innecesario escribir. O hablar.

El espejismo siempre empieza cuando doy rienda al íntimo deseo de saciar mi curiosidad por las laderas que desconozo.

Pues ya las conocí. Ya estuve ahí. Ahí estoy. Sólo que no las busco en el último y fundamental recoveco de mis afanes y que llega y llegará con el último suspiro: en mí mismo.

Thy. (Pensando en ti)

I am so busy,
decía un día Debussy.
¿Busy con qué?, asked Leonardo.
¿Tienes con tu música algún retardo?
Porque yo ya tengo uno con la bici.
What can I say, Leo. En-busy-ado ando con el vicio.
Con este vicio que me saca de quicio
and got me all day dizzy.

No todo mareo es propicio,
sentenció Leo. Not all my fears got my tizzy.

Es verdad, atinó a decir Debussy.
Si tan sólo...y-si...

Leo, hasta el final de la marea. Do you see?
Yes, I see.
Well, let the deepest sea be. Let it be me.
Be and see! See the sea!

Sí, es verdad. Now I see!
A montar de nuevo las ruedas y sostener el timón y empujar los vientos.
A alinear las líneas y ensillar los asientos.
Until we both can get the sea. Para ser y ver. To Be-See!

De una costa...

¿Por qué tan lejos?
¿Por qué allá y no aquí?
¿Por qué no a mi lado?

Incluso empujarte en el sueño. ¡Incluso silenciarte en el sueño!
Eso extraño.
Tú forma en el universo.
Tus mejores risas.
La silla de enfrente.
La cama de al lado.
El café de las nueve.
El pinto que se desdibuja en los desayunos sin ti.
Tu atardecer a las seis.
El olor de la música y su vaivén.
El sofá sin tu queja.
Que estés...

De las arenas y la huella.

Amanece, pronto. Sale. Se esconde.
Se esconde. Sale. Anochece, pronto.

Era el chontaduro. Eran todas las frutas, el agua dulce y el verde (el dulce verde) y aquél azul...

Era el aire que se estrellaba en las tormentas. Las noches y los caminos, los silencios, las palabras. Eran todos pero...era ninguno.

Era sólo uno:

era La Guanábana.

Era, de las noches, el requerimiento de ni siquiera una sola sábana.

Eso era.

Es ahora de esa existencia, de cuerpo -se me dijo- ninguno, un largo e inexorable ayuno.

Following: Next.

Analizar la herramienta de los que analizan con ella.

Creamos que no creemos que nos cremamos.

Yo creo que ellos creen que son mejores.
Y creo que ellos creen que nosotros creemos que son mejores.
Yo creo que nosotros creemos que lo que ellos creen...
es también lo que nosotros creemos.

No nos creamos.
Nos cremamos.
En el tiempo
nos cremamos.

Par sin par.

Te veo y me ves.
En esta noche y en esta vez.
Y.
Y...
me encuentro aún
mirando. Suspirando...aun.
Por el espejo que eres tú.
Tu forma, tu luz, tu todo tú. Tu...

Solo. Y si sólo
no estuviera...
Si vieras...
Y sí, lo ves.
Esta vez.

Si vieras, sí.
Si tan sólo...
Si tan solo
yo no estuviera. Si...


Partes partido, olvido.
Que te has perdido mas
no me has perdido.
No un poco.
No menos que mucho.
Ni menos ni más.
Jamás.
Que todo aquello que te doy y que te dé
no es sino una fugitiva sombra de
la sombra.
Del miedo que no se nombra.
Que el café se seca, que se evapora el té.
Que me bebo la lluvia de las salas y te
desplumo noche y te dejo sin alas.
El Oscuro. Él.
El miedo, el dolor, el...

Caminante.

Hay cosas.
Hay cosas de dos tipos.
Las que vemos.
Y las que escondemos para no ver.
Hay cosas.
Hay cosas que sólo se ven en la oscuridad.
En el miedo.
El tiempo, el silencio, la duda.
Sólo te miro cuando me refugio.
Y estás ahí: blanca.
Desgastada como una vela a medias.
Buscando el primer sonido.
El primer plato lleno.
El primer grito.
Entre mis oídos
y en en medio de mis ojos
y entre mis cuevas.

Bah.

Oh! I woe the wow.
Is it a he or is it a doe?
I wow the ancient woe.
Duh!
It is an it.
Oh yes, ow...
Huh?

Palak pa-mí.

Ya se fue. El río que se agita, ya se fue. Vuelve la luz que se posa en las lagunas. La brisa y sus silbidos de cuna. Huele a tierra húmeda todo el campo de este sueño bendito en donde estoy yo.

Y en donde estás tú.

Me callo y te escucho. Te sueño empedrando aceitunas y espinacas. Raspando arroces y plátanos. Festejando arepas y racimos.

Me callo y te veo. Te sigo entre murmullos y guiños. Entre pasos nocturnos y jugos que se beben y papas que se mastican.

Ahí. Adonde hemos llegado, llegaremos cuando volvamos: a este tiempo sin tiempo de donde ojalá nunca nos vayamos.

Son los mundos pequeñas canicas. Son los colores y las ollas y los vinos y todas las cervezas.

Es tu pedazo de humanidad enredado entre las cobijas. En mi pequeñez enroscada sobre tus costillas.

Toda esta noche. Y la mañana de mañana. Clara, como tu sonrisa.

De la coliflor.

No comprendo porqué tuve que aparecer en un universo en donde la coliflor se come.

Apenas si concibo uno junto a la cebolla. Apenas. He logrado a punta de esfuerzo y de varios años de terapia y meditación que entremos en charlas. Y pues ahí vamos: con esa relación tormentosa. De amor y odio.

Unas veces nos queremos, nos usamos, nos tocamos. Otras, sin más, el rechazo es mutuo y no podemos siquiera mantener una charla formal o una simple mirada.

Pero no con la coliflor. No. He de conjurar a todos los dioses por su extinción. Por su desaparición forzosa.

(Cuántos almuerzos perdidos, cuántas ensaladas)

A decir verdad, nunca hemos cruzado palabra alguna. Por cada cucharada, un vaso lleno jugo. Un malestar. Un suspiro lastimero. Una mirada al cielo. Una súplica. Una maldición.

De niño, al salir del colegio, con hambre de cosas ricas, empujado por los gritos de mis tripas, apurado por los arrebatos de mi estómago, me sentaba a la mesa sonriendo en espera de la merienda. De los olores de un almuerzo, del ritual y del canto, del mediodía. Fui feliz todas las veces. O casi todas. En las casi la infelicidad tomaba nombre y cuerpo. De repente, entre el plato, sacaba la cabeza un pedazo de coliflor.

Disfrutaba, aún lo hace, hacerme sufrir. Me miraba altanera. Me desafiaba. Se reía. Sabía que iba a ganar. Que yo era y siempre he sido en esta batalla el perdedor. Que lo seré: para siempre.

¿Por qué en este mundo? Hubo tantos para elegir. Tantos universos. Tantas posibilidades.

Y habrá, claro, para mi total desesperanza, un mundo paralelo, un universo perdido en el que todas las flores adornen las esquinas de los ríos. En el que se pinten todas las aguas y todas las telas de pétalos infinitos. Un mundo en el que las flores se sumerjan en sopas y cremas. Uno sin coliflor.

Sin embargo, y que los astros nos protejan, habrá otro: un mundo triste y oscuro, donde todo cuanto se haga y se construya sea en honor a, por y para mi enemigo mayor. Un realidad de un sólo plato, de restaurantes con variedad ninguna en donde los menús tengan una única palabra. U mundo de gente feliz. En el que hasta las cucarachas sueñan coliflores en sus paraísos. Uno donde dios se sienta no en forma de Loto, pero sí de coliflor.

Si he de llegar a ese territorio. Si he de nacer ahí. Que la Providencia elimine inmediatamente mi existencia.

Inmediatamente.

Mientras tanto, me arrastro.

De un desierto.

Si esta línea es cierta, todo es incierto.
No hay más que el último olvido.
Que nos sopla.
Que nos sopla.
Que nos sopla al oído.
El cuerpo vivo, ya está muerto.

Un ratón por la ventana.

Acá estaré mirando por la ventana los ratones que me miran por la misma ventana.

Por esa ventana que es a la vez puerta. La otra puerta. La que está frente a la puerta que no es ventana. Sólo puerta.

Creo que hemos iniciado una relación interesante. Son dos. ¿O cuento el mismo dos veces? Lo dudo, lo he visto dos veces y al mismo tiempo. Deben ser dos.

Me miran con curiosidad. Creo que les gusto. ¿Tendrán hambre? Yo sí, pero no de ellos.

Mientras tanto mantendré la puerta-ventana. (No, la uso más como ventana que puerta)

Decía: la mantendré abierta arriba y cerrada abajo.

Y es que, claro, me costó sustos acostumbrarme a las arañas en la ducha. Palmadas, a los zumbidos nocturnos de los zancudos en mis oídos. Chancletas y chancletazos a los demás que mis conocimientos taxonómicos no me permiten clasificar. Pero a los ratones, bueno, no sé, necesito tiempo. Soy malo para las relaciones serias cuando parte del acuerdo es el irremediable silencio.

Ahí se sientan y me miran y mientras, entre tanto, recorren el único pedazo de cemento libre. Husmean, caminan; caminan, husmean. Me miran y esperan que los deje entrar. O eso creo que intentan decirme con sus bigotes. Son simpáticos. Parecen niños jugando y se asustan con medio suspiro. No necesito más que poner el dedo en el vidrio y corren.

Somos amigos ya, tengo la impresión. De algún modo esto funciona.

Habré de hacerles un día de estos una cena en mi silla-mesa-escritorio-convidadero. Con velas.

¡Y una botella de vino!

De las baratas.

Lo que señala.

Un clásico error.
Un futuro ya conocido.
Volvemos al camino ya caminado
y sufrido.
Volvemos al triste pasado.
De cara frente al terror.

De corales.

De repente, lees.
De repente, a mí vienes.
De repente, vas y vienes y un día finalmente te quedes.

Todo llega como llegan las lluvias de mayo: de repente.

Sonrío y te espero y mi sed se sacia de la ansiedad de verte.

Bebo la calidez de tu recuerdo mientras tu reflejo en mi tiempo se hace más fuerte.

Me sumerjo entre burbujas y tambaleando te cuento sobre cascadas y humedales y prístinas islas verdes, sobre flores silvestres entre las que he de perderme.

Nado y surco esos mares, de repente.

De repente, hay sales y playa. Perlas y espumas.

Un cielo estrellado. La brisa sabia y la infinita luna.

Que ya me caigo, que me fui.

Me sueño que me sueñas soñándote. Me sueño soñarte que me sueñas. Por ahí, entre brumas, nos encontraremos.

No es cierto, ¿cierto?

Es cierto entonces que pretendemos aveces lo incierto. Si bien es cierto, la incertidumbre es cierta y si cierta es la incertidumbre e incierta la certeza, entonces incierta es la incertidumbre. Es incierto entonces que pretendemos aveces lo incierto.

Cierto es que todo es incierto. Cierto todo es.

Incierto que es.

El día que ya será.

Se me acercan estos mares. Me sumerjo entre las aguas de las noches y floto. Miro el cielo oscuro y eterno mientras duermo. Te veo. Te espero. ¿Qué es todo esto mas que las garras que rompen el muro del silencio? ¿Mas que el camino hacia tu cuerpo? Te espero con las hojas derrumbándose a mi espalda. Te espero como quien espera la roca que ya cae. Mientras de mí mismo huyo, te quiero.

Escampa.

Se calla esta noche, se va.
La corona ardiente se apaga.
Se van las llamas a las piedras de la montaña verde.
El musgo nace y cubre la historia.
Mientras llueve.

Sangras a cada grito.
Lloras con cada suspiro.
Has visto que puedes verte.
Has visto que te han visto.

Que puede algo dolerte.

Se hace sombra la noche, te vas.

Aparece.

Qué silencioso este cuarto.
Qué obscuro.
El viento, que apenas si pasa, se filtra un poco por entra las ranuras.
Miro la cortina cerrada por el afán. Los platos a medio limpiar.
Los libros.
Acostado susurro tu nombre.
Y espero tu regreso.

Cuántas calles que no comprendo.
Cuántas lenguas que no distingo.
Cuántos rumores de un futuro incierto.
Cuántos soles.

¿Dónde estás, qué haces, en qué sueñas, a quién hablas?

Yo hago de este domingo un sonido con el último punto.
El martillo sella en el tiempo este diáfano clavo.

A través de los túneles remotos, corro y te alcanzo.
Cruzo distancias erróneas.
Y me recuesto en ti y sonríes y mis ojos encuentran finalmente descanso.

Háblame.
Cuéntame historias de universos y poetas. De canciones y diademas.
Cuéntame tristezas calladas.
Cuéntame el pasado de todos los números.
Cuéntame todos los destinos y todas las mareas.

Sé este silencio.
Sé hoy en estas palabras.

De mensajes.

Entra en silencio, sal en silencio.
Sé invisible primero. Vete invisible.
Que escondidos están los ojos.
Atentos a mirarte.

En la luz del agua.

El agua es la respuesta. El agua fue siempre la pregunta. Y el agua nos habla, y nos dice agua.
Viene con el agua.
Flotará.
Haré parte de las rémoras en algún barco hundido en los canales de Rotterdam, hará eco entre los vientos y las gaviotas que aspiran el agua, antes plancton y luego ballena. Llegará hasta donde llegan todas las miradas del alma. Y darán cuenta que en el agua que surca el tiempo, no hay más que una sola agua.
Que nos deshacemos como la harina en el agua.
Que la bebemos.
Para saciar su propia llamada, su llamada a sí misma.
Que desaparecemos.

In jedem Traum.

In jedem Bild.

Ich sehe dich in jedem Bild...
ich sehe dich, wenn ich nicht sehe.
Ich sehe dich, wenn ich schlafe, wenn ich gehe...

Ich sehe dich, wenn es kein Licht gibt.
Du bist meine Sonne, du bist mein Stern,
Ausen. Draußen vor dem Fenster.
Hier in meinem Herz.
Gestern. Der nächste Tag. Jetzt.

Du bist mein Licht.
Ich liebe dich...

(Todas las disculpas por todos los errores anteriores, presentes y seguramente futuros. Hay un gran acierto feliz: aquello que intento decir.)

Role.

Less than nothing is still something.

It's the sense of something,
the sense of nothing but anything.

The intuition of whatever thing may be
and it is
when it is not.
Silent in its nowhere point.
But and behind the reflex of the whole.

Where is this ungrabable handle?
How to find it? Where should I put the flushed candle?

We certainly live in the very bottom of the deepest and darkest hole.

And I have been chosen (I have been given) a random role...

That's my sense of myself. That's all!

Una noche de lunes.

Es saber que vienes y que pronto te vas. Es saber que llegaste y que no te quedarás. Es saber que la vida te ha puesto en mis días y te sueña en mis noches. Es saber que te miro, aunque pronto no estarás.

Es saber que la vida juega conmigo. Que el puente se deshace con el agua del tiempo. Que la fortuna y las sonrisas se han de cancelar.

Que desde ya te veo partir. Que desde ya te extraño. Que has venido con el agua, que eres una ola del mar.

Tren de domingo.

¡Cómo llegas! Como la brisa.
Llegas como vienes, llegas como llegas.
Llevando contigo la felicidad que también me dejas,
cargando en tus brazos mi sonrisa.

Te llevó hace apenas una hora un tren en la noche
y solitario mi cuerpo vio cómo la noche se hizo noche.
Pues contigo fue siempre soleado día.

Y me quedo acá, en el silencio de tu ausencia.
En la grata memoria de la piel que ya llama tu presencia.
En la melancolía.

Cómo se fueron las horas en mirarte.
Cómo se fue el tiempo en verte mirarme.
Se fueron, se van: como se evaporan los mares.
Mientras callados se desdibujan todos los pesares.

Es tu nombre en mi boca: es Alegría.
Es mi nombre en tu lenguaje.
Es mi cuerpo que es mi más sincero personaje.
Es de tu aparición: la epifanía.
Y quizás sea un soplido mágico en un escondido mensaje.
Pero yo por un momento más, toda la arena soplaría.

Mañana de jazz.

Llueve. Se filtran gotas por la ventana. El viento, que empuja el vidrio, acaricia las hojas verdes que crecen entre el cuadrado cemento. Son horas de tambores viejos, horas de trompetas nocturnas, horas de piano. El café está hecho. Los aplausos retumban. Las campanas de alguna iglesia cercana anuncian la mañana. Y alguien canta.

Dormidos los rincones, se amontonan las melancolías. Las mariposas amarillas vuelven al cuerpo que creímos perdido. El ahogado es aún más hermoso. Y el viento de la desgracia ya no empuja la vela. La apaga.

Alarde.

Se han perdido todos los días, todo el oro, todo el vino y sus luces.
Estrellas que apenas si titilan mudas parecen. Muertas cual lejanas cruces.

Me veo mirándote, me veo mirando a través de la ventana del carro.
Desesperado, cansado. Sobrellevando esta caminata, este camino, este barro.
No existe verdad más allá del infinito silencio.
No existe un sueño más y, de esta lucha, renuncio.

He descubierto los espejos. He visto mis ojos mirándome. He visto sus sombras.
Caminando entre mujeres y vidrios, entre humo ardiente y cervezas, entre mis penumbras.

Me descubrí ya tarde.

Soy valiente mientras duermo. En el día me sé cobarde.

Noche de jueves.

Ha visto la primera sonrisa. Ha visto los primeros ojos. La primera piel ha deshecho todos los temores.

Es la lengua que describe un mundo perdido en cada agua. Son las manos que tocan el pasado que no entienden. Es el futuro cercano que ya se irá.

Llega la lluvia con la primavera, para irse el mismo día que saluda.

Y se ha ido, mientras en la silla espera la ansiedad.

Heisst.


Drenching the sponge. Feeding the eyes. Trying to be wise while I clean myself up. While I put aside the very source of my own grunge. There are so many fitting ties, there are so many mirrors, so many...lies. Should I just plunge? What must I choose? What kind of size? At my future I will finally lunge. Playing The Destiny or playing blindly the dies.

Cloud.


Is there such a thing as doubt?
I strongly believe there is nothing to believe in.
Nothing outside looking at, no middle or inbetween.
No silence moment or deafening shout.

Is there such a thing as certainty?
There has never had any true as never will be any shadow.
We only drink our ilusions. We have all swallowed.
The only doubt has disguised as certainty.

Guarantee of the mirror is the presence of its own reflection.
Staring at all points and all vectors going in any direction.
Reality is just the deepest hand holding the biggest mirror.
Who has never had one proud good or one disgracful error.
And rests in the nowhere whitout certain position or location.

This play as life is has drama, comedy and horror.
This play has a lonely audience.
Shining outhere in the absence.
I am the presence of crowded silence.

Doubt and certainty are unknown words
to define what we call: our lonely only Lord.

En polvorosa.


Duele. Se inflama el labio de toda cordura. Arde. Supura.
Blancas reaparecen las memorias bajo las cobijas mientras se esconden los cuerpos entre aromas y cremas. Píldoras de un óleo imposible que siempre se mira.

Vuelve como vuelven los pesares, golpea como la lluvia a las flores, embarra. Hubo siempre un mejor día, habrá siempre un mejor momento. ¿Por qué ahora cuando pudo ser nunca?

Pasarán los días y pasará el olvido. El puente habrá de cruzarse: para ser puente. Del otro lado cantan las campanas y sonríen los horizontes. Me piso.

En-Comma.

(Voice of B.)

No (silencio) es verdad.

(Yo)

¿No, coma, es verdad?

(B.)

No-coma.

(Yo)

Es verdad que no es verdad.

Acuarelas.


Se hacen oscuras. Se vuelven eternas las sombras de la duda. En donde florecen todas las ilusiones y todos los desiertos. Te vi, ahí. Esperándome. Y te hacías polvo mientras te veía y me acercaba. La claridad se empaña y se diluye.

Noche. Frío. Viento. Pude ver en donde no ven los rostros sin voz. Pude ver esos callados secretos.

Cuán silenciosa es la mañana. Cuán misteriosa es la noche. El camino fue apareciendo entre la bruma y la nostalgia. Y se hizo espuma. Se hizo burbuja.

Afortunada la mano que te sostiene. Afortunado el pequeño cuerpo que te sonríe. Ya habrás de pintar las formas sin nombre. Ya habrás de ser de tu trazo, la primera línea.

Dibujarás tu propia sombra sin sol.

Me serás en un punto que luego habrás de borrar.

Como se han ido todos los olvidos.

My sad bow.


Snow. Now. Why! How! I am feeling low.
I knew it yesterday. Today I still try not to know.

Coming from every piece of sky. Comes so slow.
This tiny whiteness with this tiny crow.
And sings its lonelyness in a private show.

I must go back to my cave and let the sighs grow.
I must be patience. I expect three days in a row.

My feet should be here sowed.

Coming the cold. The cold sees and flows.

Who is above? Who pushes? Who throws?

Up in the air. Some lips blow.

El espejo de ayer.


Parece que algo pasa. Siempre pasa que parece que algo pasa.

Pasa que el pie se quedó atascado en el matorral. Que las letras en la arena las borró la lluvia. Que sopla fuerte la duda. Que empuja el miedo.

¿Qué habrá de ser lo que ya ni ayer vemos? ¿Qué será de aquello que ya olvidamos? Nos veo mirándonos, escarbándonos. ¡Adónde se van estos ojos! Ya veo: más no somos capaces ya de ver.

¿Quién habrá de cantarnos?

Será quien habrá de llorarnos.

Quien nos perderá.

Hoy.


Brilla. Se asoma y sonríe. Calienta. Conforta.
Se hace el mediodía con blancas pieles apiñadas en las esquinas.
Son los cuerpos girasoles.
Te haces madreselva, te haces verde.
Te haces el viento fresco y los rayos calientes.
Te haces grandioso día.

Shape.


So here, but so there.
However, I do not know if that there
is where I was or where you were.
Oh I am so scared.

So much wine.
And everything looks just divine.
And this is, by now, guess what, my last line.
Everything seems to be fine.

I see me being my own vector,
being my own spectre.
Being of my life: the director.

I see me being the host.
Being the my ultimate ghost.
So, for that matter, let's get drunk.
Let's make a toast.

T all the precious junk.
To all the useless tools hide in the trunk.

By this crystalline grape.
To this way to escape.

This is the last, my last, your last shape.

El vaso y la botella.


Recorres los rastros, los últimos charcos rojos de la noche. Enciendes la llama, conectas, prendes. Aprietas el botón de la melancolía, de la danza, de la lujuria y todo va como van las carreras que se manejan con los dedos: turbo has de apretar, la roca has de esquivar. Te enredas en esa maraña de sueños perdidos, de muslos perdidos, de suspiros perdidos. Te arrastras en silencio, te arrastras en el silencio, te arrastras entre el silencio. Oprimes las teclas. Te escuchas oprimiendo. Oprimiéndote. Sumergiéndote en los glóbulos de tu propia desdicha aún te ves acabándote. Palmo a palmo, dedo a dedo. La botella se hace eternamente verde y ya sabrás que pronto habrán de reemplazarte. Destino del cubo finito que se hace finalmente traslúcido.

Blanca.


Te miro.
Te miro blanca aurora.
Escondes el secreto de las nieves
en este suspiro y en este ahora.
Silenciosa estrella que todo lo puedes.

Nos miras.
Miras los dos rostros callados.
Alumbras la voz de la esperanza
haciendo la sombra de sus lados.

Flores lejanas que en la balanza
de aquella noche fría
se hicieron palabras,
se hicieron solitaria alegría.

Son sólo palabras
las blancas flores.

Son la estrella lejana,
la fina porcelana,
son todos los colores.

White.


It was my first doubt:
What is inside?
(Let me dream, let me try)
What is this all about?
There is just some light
and all around seems to be white.

And he asked: what do you see?
I should've said: I see the sea.
A porous sphere
hanging in front of me.
I thought: it's here.
I must say something: and my heart agreed.

I can see through...
I can feel through...
The most ancient truth:
Every-one means also two.
Because what it contains
also in the pupil remains.

Who blows those white flowers?
Who has been the eternal wind?
Who was that untouchable power?
Who will be the perpetual King?

It is where it is.
It was where it was.
Maybe it will be.

It looks at us.
It's alive. No discuss.

It's an eye.
It's all the eyes.
And I am frozen.
I am part of the ice.
But that's what I have chosen.

Be bitten and bite.
Be day this day. And be in the night.

It's one sphere and the sphere is white.

¿The road?

Walking your running. Sleeping your walking. Running out of road.

Mientras camino.


Me inquieta caminarte si tú me corres. Me inquieta ver más allá de la ventana en donde todo es áspero y se nublan todos los ayeres. Aveces, pareciera, que esas bocas me hablan mordiéndose los labios, aprisionando los dientes. Parecieran esos ojos que hace tanto no veo y que ayer he visto, querer exprimirse y gritar.

Yo quisiera gritar para que me grites. Y te hablo sin saber quién eres pero teniendo la imagen clara de lo que serás cuando llegues. No te sé aún pero te sabré cuando me digas lo que ya quiero escuchar, cuando te escuche lo que desde ya oigo. Cuando te vea así. Así como te veo. Sin verte, sin tocarte, sin sentirte, sin siquiera extrañarte. Aunque te extraño.

¿Corres? Me pregunto. Te pregunto. No sé si juegas a desempolvar mis recovecos. No sé si este juego tiene un nombre conocido. No sé si saldré perdiendo.

Me veo rasguñando suspiros ajenos.

¿Eres realmente un ser ajeno?

Me camino mientras te camino. ¿Tú me caminas y yo te creo corriéndome?

Pronto dejaré las vistas eternas y los paseos. Pronto dejaré atrás -y en pedazos- la hojarasca. Pronto me perderé si caminándome te creo correr. Aun si no has dado el primer paso. Aun si esperas que yo dé el primer paso.

Aun si no hay paso para dar.

Aquél.


Me decía aquella vez: me voy por este tercer punto. Y yo dije: ¿cuál? El que calla, el que mudo se queda, el que nada sabe, el que se esconde, el que teme. Y yo dije: ¿cuál? El que sonríe, el que llora y hasta el que agradece. Y yo dije: ¿cuál? Y me dijo: Este: ...

Shut me up.


Likes the way you reach the starts
by walking through the hills,
by leaving behind all the scars.
Is this your distant back?
Will you return?
Will you come back?

Likes the way you walk.
To where you walk.
Now I choose to write,
and not to talk.
(Let us fly,
let us be the the final hawk)

Pero sigue siendo: hoy.


Te lloras en este silencio, te dices. Te soportas en esta amargura, te lloras. Te miras en este espejo, mientras la vida soportas.

Te arrancas los últimos rastrojos de tus sonrisas. Te llevas al fregadero las últimas nostalgias.

Te quedas ahí, en los años infelices de tus porvenires.

Y ya es mañana. Te dices. No me llores, no me mires.

En el subjuntivo: ¿que te ate?


Me late que ya no me late más. Tirita apenas. Rechina. Y se parte.
El Rey camina paso a paso. Y su muerte segura ya sabe.

Me acerco a su oído y le susurro: "jaque y mate".
"Te espero allá en donde pueda de nuevo amarte".

What it is.


The fact is what it was: is.

Invierno.


Hace frío. Hace todo el frío.

La nieve cae y golpea el cemento abriéndole grietas.

Se congelan hasta los recuerdos.

El viento es sólido y pasa sagaz como el más diestro sable.

Y yo, reclinado, miro por la ventana como un perro: corriendo la cortina con la pata.

Alguien corre y hulle. Un estruendo. Un golpe fatal. La blancura celeste lo derriba y cae como caen las piedras grandes. Uno menos.

Uno más que quedará perdido de los registros de quien va y de quien viene. Del que nadie hablará más en presente.

La cobija antártica habrá de preservarlo para los ojos siniestros de un mañana lejano. Lo habrán entonces de conservar en el baúl de algún sótano. Quizás en una caja de vidrio y los niños pagarán por verlo y pagarán por bostezar.

Se quedará para siempre con la mirada espantada de la muerte que llega lenta. Que acosa cada poro. Que aplasta como el martillo los huevos.

Parece huir otro. Otro que besará la congelada criatura que ya será.

Particle.


If there is, it means that also there is not. The possibility of being and not being hides in a simple box where the external eye cannot look at.

Being there and here, being here and there. No touch. No interaction.

Just if you were the smallest buble and the reality was the ship carrying you.

Just the cat outside my room.

Just the lack of light.

En las mañanas.


En donde me ahogo ahora. Los mares ardientes no se han secado aún en mi garganta. Creí nadar, creí sobrevivir pero la tierra parece tan lejana...

El cuerpo se niega ya. Estoy cansado de impulsarlo y me dejo flotar. Miro el cielo sin una sola estrella donde parece que flota el mundo. Y renuncio a querer acabar los ríos en las noches.

Renuncio, otra vez.

Ahora que los tengo abiertos.


Cuando cierro los ojos, me veo mirándome. Veo la oscuridad que rodea mi cuerpo sin luz. Me sé sin verme. Hoy he visto que las esquinas de ese cubo en el que me adentro cuando cierro los ojos, se han alejado. He vuelto a dar con un temor que había olvidado. Las paredes de esta caverna parecen hacerse gruesas. Cada línea, cada palmo, cada pedazo se ha hinchado. Siento miedo cuando cierro los ojos.

Ayer.


Desde hoy, creo un poco menos.