Ajá.

Y claro, la razón tiene cuerpo, nombre y apellido. Lejano como el sol cuando madruga, lejano como el sol donde madruga. Allá. Pero tan acá. Tan cerca.

El viento cuando sopla entre las aguas, ¿cómo suena?

Como empiezas a llamarte. Como te llamo.

Boun.

Tengo la felicidad del perro cuando camina con su anhelado hueso.
Qué bueno que sea así de bueno.