La lluvia que cae adentro.
Como el viento que ya no sopla.
O un frío entre las venas.
El desvanecimiento,
la carga,
el peso
de nacer todos los días.
Hay un dolor
propio
Hay un dolor
ajeno
Y nos miramos
los rostros
buscando la sonrisa
que sólo inventamos
en el disfraz
que es creer
que es vivir
a ratos feliz
La lluvia que ya no cae
al sediento
El viento que sopla
al cuerpo mojado
La sombra difuminada
en la noche oscura
La sombra, el silencio,
o la muerte.
Sombras de principio
o luces de final
Con la boca tapada
(Somos)