El símbolo de lo que parece no ser.

¿Por qué el corazón que late en nada se parece al corazón que pinto?

La sangre que llega e impulsa no es la roja vivacidad que la tinta mancha en esa siempre simétrica forma.

Le dimos rostro a un objeto que no está.

Y quien está no tiene rostro.

Y yo.


El silencio que cae, se desliza, desaparece.

Se van los ojos que miran al tiempo.

Se van los ojos sin cuencas.

Se va el todo.

Y yo me quedo.