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En esta sombra que nos somos, no somos
En esta dicha serena que nos habla, nos calla 
Con el silencio del viento frío en las ventanas, nos calla y nos embriaga
con la nostalgia de la noche que espera la luz y la alborada 
y flotamos como los días y las hojas, 
como las notas frescas de cada mañana 
con el abrigo del sueño y del suspiro
porque nunca has estado tanto como cada segundo cuando no estás y no te veo 
y te veo con la sangre que te espera y cada abrazo intangible donde nada es sino tu corazón
y este río que nos lleva y estos mares que nos diluyen 
hacia el universo incesante del olvido que ya es feliz
esperanza sin nombre que todo deja 
que evapora las lágrimas a cada paso 
y en cada latido y en todo latido 
y en ti