Los de adelante

Cuando yo me muera y todos los que alguna vez conocí personalmente -y hasta virtualmente- mueran y mueran mis recuerdos y los recuerdos sobre mí, moriré entre las cuarenta mil generaciones que están detrás y las, diría yo, probables cuarenta mil que vendrán; si no son más. Hay algo que nos empuja todos los días a seguir por donde siguen los que se despiertan y a parar en donde paran los que duermen. Así, sin más, entre respiros, hasta un buen día, sólo porque sí, sólo porque así pasa, sólo porque no queda más, ya no ir, ya no andar, ni respirar.