Hay un tercero que se esconde
entre los matorrales y las aguas frescas
Hay ramas como las manos
que peinan el río tibio de tu cabello
Son dos los cuerpos andantes
en la pradera y el verano
que los segundos llevan
en una alfombra invisible
hacia hojas secas
y un árbol desnudo
que el frío eterno cubrirá