Sin vos mi voz.


Me he solucionado a mí mismo encontrándote.

Advertida está tu humanidad que desde ahora eres uno de mis problema, una molestia más. Aquello que me duele. Donde me duele. Lo que me fastidia.

Dolorosas pueden ser las respuestas cuando no son verdaderas.

Pero sobretodo el día sin sol cuando responden a la pregunta adecuada, a la duda precisa.

Me has dicho todo aquello que no quería saber y que necesitaba escuchar.

Y que ya no recuerdo.