Sangra la vieja herida
La pared rota
La casa vacía
Hay un abismo
en cada esquina
en todo paso
y en cada promesa fallida
Todo calla, ¡excepto la mentira!
Un camino que nunca es guía
Un andar diluido y perdido
en desierto invisible y en pura neblina
Arena de mi tormenta
que reposa en las cuencas de mis pupilas
Agua por mí salada
que inunda mi garganta herida
al grito mudo y sin salida
Sangra la vieja marcha, la marcha hundida
que empieza siempre en la nada
y que en la nada siempre termina
cayendo como cae el cuerpo muerto
en fuego inerte y sin medidas
desapareciendo como aparece la vida:
sola y triste, triste y sola
callada mientras llora
mientras vive siempre vacía
Sangra la vieja herida
se derrumba la casa vacía