Cada espacio
que un día habitamos
cada agua
que un día bebimos
cada rostro
que un día vimos
que ya nadie será
Un mundo que hierve
y ya no flota
Una barca rota en
la eterna neblina
de los prados
vacíos
las baldosas rotas
por raíces ocultas
abandonadas
cantan sus versos
de muerte y
sólo nos resta una verdad
pura
sólo nos espera una condena
pura
La noche más oscura
La piedra más dura
La infinidad