Son los olores, las noches, esas noches contigo. Los días, cada rato. Se pasa el río entre las nubes que lo reflejan. Se van las sombras de las nubes. Se va la vida. Es tan fácil perderse en el mismo camino...
En el propio. Perdernos en lo que precisamente nos da la herramienta para creer que sí somos. Perderse ahí. Donde todo converge. En donde todo converge. Y que converge en esta realidad fangosa, aveces abierta y sonora, otras hermosa.
Es bella solamente cuando te pienso en ella.
Es hermosa cuando en ella te tengo. Ahora.
Ya llega con los vientos la hora.
De tenerme contigo en una estrella.