Tófeles.

No hubo tiempo. Se me fue. Me caí. Me resbalé.

La cosa ha llegado.

Así nada más.

Y me iré con la cosa.

Y con el miedo.

Allá.

Entre el frío y el algodón. En el río amarillo de una dicha pasajera.

En donde puso su pie los ojos de Fausto.