Lejos están las luces y los cuerpos

Lejos están las luces y los cuerpos
Lejos, las formas y las fuentes
Un murmullo que se apaga con los ojos
Un silencio que comienza con los gritos
Un final que nadie calla
y que el cemento habla
y que la brisa lleva
a oídos parcos y canteras secas
Hubo una angustia invisible que rasguña
las gargantas y las mareas nostálgicas
de quien perdido ya no habla
Hubo un humo en el velo de la sonrisa
Líquidos fríos en los labios del horizonte
Un nombre en el olvido, mi olvido
el símbolo que la nada carga
el tuyo que el barro oculta
¡Qué cerca caen las gotas sobre los techos!
Cuánto temor en el delirio de los perdidos
Susurros y montañas
Verdes campos de las hojas
y de las batallas


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