Mira tu sombra
Mira tu ausencia
Los rasguños de tus ayeres
Los relatos de tus visiones
que a la luz ocultan
las mareas en tormenta
las montañas en caída
los susurros olvidados
Tus sonrisas
El vacío absurdo
que gobierna al destino
de lo ido
al certero augurio
de lo que casi no palpita
Que nada duerme
en las manos
de la dicha
Que nadie duerme
en el abrigo
de la eterna vida
Y que nadie camina
sino la angustia
sino la lucha
de la constante huida