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Y es que no va a ver un sitio disponible para él sino el sitio ocupado que nunca va a ocupar. Se quedará observando todo ese círculo cerrado al que no va a pertenecer. Rosca y anillo de alianza, club secreto que ignorará para siempre. Rasgando la puerta de entrada. Intentando mirar por entre las rendijas y los matorrales. Perdido en un cúmulo de frases y códigos ininteligibles. Armado de diccionarios en línea, en físico, en rombos verdes y azules. No le queda de otra que aceptar que ya no está. Que acaso si estuvo, es hora de dar la media vuelta y retornar a ese campo de luces en donde pelean caballeros dorados y las armaduras se enlazan en un sueño de comedia y de divinidad. Le queda por destino un aro de arena ardiente que tiene su nombre solo para él, para gente como él, para quienes ya fueron tasados tal cual como él. Habrá de sumergir sus penas y dolores y lamentarse hasta que el Todo supremo de burbujas universales se encoja entre un Kelvin infinito y se expanda con el frío absoluto separando átomos y corpúsculos. Sin más, la silla vacía de él siempre ocupada de ti.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Las pérdidas dejan espacios vacíos que llenan espacios infinitos...

Besos abisales

Mista Vilteka dijo...

Definitivamente Abismos. Bien sabía Cantor que un infinito bien puede ser más grande que otro. Así es que cuando alguien se va, nos deja un hueco sin fin todavía más grande que cuando somos los que nos vamos.

¡Un abrazo!

F.

Sarco Lange dijo...

Yo me sentaría en esa silla a esperar que los cocheros del delirio lleguen con putas y serpentinas.

Abrazos.

Etienne dijo...

Somos un plasma de luz, un magma fluctuante y sinuoso que vaga buscando un destino que cumplir. Miramos hacia adelante, caminamos hacia el costado, huímos hacia cualquier parte en que nos sentimos seguros y nos apretamos contra el rincón, protegidos por nuestras rodillas.
La silla seguirá imperturbable hasta que se salte la pintura.

Mista Vilteka dijo...

Sarco, ¡yo me pido las serpentinas! Abrazos pues. F.

Mista Vilteka dijo...

Etienne, la verdad es que aveces también tengo la impresión que andamos más en la búsqueda, como mencionás, de un destino por cumplir que en la definición de lo que ya nos ha sido asignado. Así, como la silla que busca quién le dé uso. ¡Un abrazo! F.

María dijo...

Una silla vacía, el hueco que siempre queda de esa persona que ya no está, la nostalgia que nos alimenta, los recuerdos, las lágrimas caídas, y la soledad.

Un beso.

Esilleviana dijo...

Un aro de arena ardiente solo espera a que el viento vuele cada uno de los granos del círculo, para qué éste se abra y deje nuevo espacio...
vaya comentario tonto jaja

bonitas palabras
un abrazo

Mista Vilteka dijo...

María, me encanta esa frase 'la nostalgia que nos alimenta'.

Y que también nos envenena.

¡Un abrazo!

F.

Mista Vilteka dijo...

Esi, ¡a mí me gusta! Hasta eso que llamas 'tonto' te sale chistoso. ¡Un abrazote! F.

El Gaucho Santillán dijo...

Uno inventa un destino a cumplir.


Pero existe tal cosa? O lo sueña uno?



No tengo la respuesta.



Un abrazo.

lichazul dijo...

es parte de todo ciclo, pasaremos como pasan las estaciones del año
y las sillas quedarán para otros es algo absolutamente natural

muchas gracias por tu huella
ten una excelente semana

José A. García dijo...

Poderosa imagen la silla vacía en medio de una reunión... Poderosa.

Y las referencias dantescas..

Saludos

J.

TORO SALVAJE dijo...

Hay tantos círculos cerrados a los que no pertenezco que me quedé sólo.

Y no me importa.

Mista Vilteka dijo...

Gaucho, ciertamente uno sí que se inventa la necesidad de un destino a cumplir. Pero bueno, siempre seguimos planes o armamos un plan de no tener planes aparentemente. ¡Saludos! F.

Mista Vilteka dijo...

Lichazul, en eso tienes completa razón. El espacio tendrá que ser ocupado por unos nuevos o no ocuparse jamás. ¡Saludos! F.

Mista Vilteka dijo...

José, hay algo con Dante y la ausencia que me aterra básicamente. Pero sobretodo que me llama como a todos. ¡Un abrazo! F.

Mista Vilteka dijo...

Toro, me recuerda esa frase que dice algo como 'lo malo de la rosca es no pertenecer a ella'. Me ha pasado igual y ni me imagino las que me pasarán. ¡Saludos! F.

silvia zappia dijo...

no pertenecer, mirar desde afuera...o quedar afuera?
una silla vacía "ocupada de ti", tal vez no sea poca cosa...


abrazos*

Mista Vilteka dijo...

Rayuela, ciertamente, quizás no hace falta que esté ocupada para que alguien la llene y la ocupe. EL cuerpo vacío, finalmente está lleno de sí mismo, de su propio significado.

¡Un abrazo!

F.