Hablo de ti.
Es la mañana de invierno, la noche inconcebible.
Es la mañana, el frío, el infinito invierno.
Camina incoloro en los cuchillos de cemento.
Entre las casas, oscuro se encuentra.
A sabor de arena, se sabe.
Sahumerio dulce y activo
de las esperas dulces y tiernas,
del yo no sé.
Para su yo, cae la lluvia
aun cuando nada cae.
Todo lo moja la noche de su lluvia,
la mañana de su rocío,
la tarde de su silencio húmedo.
Ve un ladrillo húmedo siempre oculto,
un edificio siempre en la sombra,
un color que existiendo-no existe.
Como el tono del corazón que late a medias.
Como el color del corazón
que todo revela y desvela y entrega y doblega.
No es rojo-no es marrón-o
es rojo es marrón. Todo lo que podría ser
más todo lo que es.
Brilla apagado en su hielo perdido,
es materia que se derrite,
como el efímero dulce en la lengua amarga.
No despierta. Nunca duerme.
Su realidad le pesa-vacía y pesada.
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