Me soy
como quien calla
los gritos exhaustos
de las miradas
Me sé
como quien ahuyenta
las caras últimas
de los cuerpos muertos
las palabras incompletas
de las pieles frías
los ojos
que ya supuran
el veneno invisible
de nada ver
las aguas sucias
de a nadie ver
en esta noche infinita
donde la angustia me acosa
donde el sueño me olvida
¡cobarde asfixia!
cobarde huida
porque nada abarco
porque nada muevo
sino la sombra
sino la desdicha
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