Las pintadas

Hoy fui al peluquero.
Me dijo que para cuando tenga un evento importante, me puede pintar la cabeza.
Le dije que yo me aceptaba como era.
Mañana tengo un evento importante.
Le dije que quizás. 
Me dijo que mejor me aceptara como soy.
Le dije que bueno.
No es cierto. 
Día de raras autoestimas. 
Fin.

2 comentarios:

Etienne dijo...

Esta es una de las razones por las que ya hace mucho tiempo que no voy al peluquero. Porque te meten mano en la cabeza sienten que tienen la prerrogativa de decirte qué hacer y no estoy de humor para eso. La otra razón es porque ya tengo el techo de cuero bastante expandido y me arreglo con la maquinita eléctrica.
La pucha, che. Encargate un litro de pintura y vemos qué hacemos.

José A. García dijo...

Casi a nadie le gustan las cosas como son, todos esperamos ser mínimamente engañados para elegir creer.

Saludos,
J.