¿Cuánto camino le resta al miedo
que se se acumula como la cera
en las noches sin estrellas,
como el agua de los charcos
en los días de tormenta?
Parece que se acaba
la espera que nadie aguarda,
la lucha que nadie gana,
la casa vacía que todos habitan
cuando su cuerpo dejan
como el sueño de quien ya no sueña
o el suspiro de quien ya no canta
¿Cuánta arena le queda
al reloj detenido de las mareas?
Cuántas lágrimas y cuántas marchas
esfumándose como el cemento
lento en el tiempo de los luceros
rápido en el latir de los corderos
que hoy callan,
que su llamado aguardan
y nada ollen y nada escuchan
como el universo siempre vacío
y que mudo me llama
y que nunca me espera
que se se acumula como la cera
en las noches sin estrellas,
como el agua de los charcos
en los días de tormenta?
Parece que se acaba
la espera que nadie aguarda,
la lucha que nadie gana,
la casa vacía que todos habitan
cuando su cuerpo dejan
como el sueño de quien ya no sueña
o el suspiro de quien ya no canta
¿Cuánta arena le queda
al reloj detenido de las mareas?
Cuántas lágrimas y cuántas marchas
esfumándose como el cemento
lento en el tiempo de los luceros
rápido en el latir de los corderos
que hoy callan,
que su llamado aguardan
y nada ollen y nada escuchan
como el universo siempre vacío
y que mudo me llama
y que nunca me espera
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