¿Cuántos temores carga una vida, o sus sombras o sus heridas siempre abiertas, los abismos de sus dudas y cada lágrima ciega y cada dicha hundida entre el olvido y el pasado que corta o el temor de lo aún no sucedido? ¿Cuántos silencios calla una vida, o sus culpas o sus deseos prohibidos, los dolores infringidos a quien no lo merecía y cada grito que se ahoga en las distancias y los idos, aquellos rostros que una vez fueron como la memoria de las lenguas, todo lo siniestro y diluido?
¿Cuál es el destino de las gotas que caen?
Hay un mar donde naufragan la esperanza rota y los cuerpos cansados y este cuerpo que hoy se escribe, el destierro húmedo de todos los caminos.
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