No nos quiten los sueños
Quítennos el hambre
Límpiennos la sangre
Ayúdennos a construir para todos
y no para algunos
¿Por qué callan nuestros sollozos
con las armas,
por qué ahogan nuestros clamores
con los venenos,
por qué apagan nuestra llama
con los puños y el miedo?
¿Qué somos nosotros
sino la voz que siempre ha sido
sino el grito que siempre será?
Ya somos y ya nos levantamos
Ya vamos y ya nos unimos
porque nada acaba la verdad
porque nadie detiene nuestro futuro
porque nadie borra nuestro camino
que es aquí, que es hoy y mañana
y que siempre será.
Siempre será.
3 comentarios:
Pareciera que Latinoamérica es cuna de aprendices de gobernantes, pretenciosos terratenientes, imbéciles que se creen poderosos o poderosos que efectivamente son imbéciles.
Pareciera que el pueblo debería despertarse y gritar, elevar la voz por sobre los mercachifles que ostentan el sillón, sacarles la banda y enviarlos de vuelta a su casa.
Me encantaría que nos demos cuenta de una buena vez que el poder lo tenemos nosotros, el pueblo, el que madruga, el que trabaja y sufre, el que resigna y se sacrifica, el que riega la tierra con su sangre, el verdadero dueño y señor del continente.
Ojalá nos diéramos cuenta y también lográramos organizarnos en función de ello. Ojalá.
El error es creer que somos algo, no alguien, algo, para aquellos que tiene el poder, cuando no lo somos. A lo sumo seremos el felpudo en el que se limpian la mierda de los zapatos antes de entrar en sus casas.
No les importamos, no harán nunca nada por el resto de nosotros.
Suerte,
J.
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