Hojas de la vida
y tallos del pasado
En las aguas fluyen
los recuerdos
que a todos abandonan
en el suspiro del viento
Cae la noche
con su abrigo de olvido
Se apaga
la lámpara del destino
Húmedas están
las hojas perdidas
de lo no vivido
y tallos del pasado
En las aguas fluyen
los recuerdos
que a todos abandonan
en el suspiro del viento
Cae la noche
con su abrigo de olvido
Se apaga
la lámpara del destino
Húmedas están
las hojas perdidas
de lo no vivido
4 comentarios:
Por eso me parece que el vivir siempre será una ínfima parte; lo no vivido es todo lo demás.
No lloramos por morir, lloramos porque nos ha quedado demasiado por hacer, los recuerdos hieren por escasos, por insuficientes. La vida es demasiado corta y la existencia se nutre de ajenas experiencias.
Asi fue, efímero.
Y no sólo corta. Hay miles de millones de otras vidas que viven otras cosas en el mismo tiempo que uno vive la de uno. Efímero en la linealidad del tiempo, efímero en el mismo tiempo.
El tiempo para para todos, lo queramos o no.
Suerte,
J.
Hasta para el tiempo mismo.
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