Tirita
tiembla el párpado
de la noche y la vigilia
Músculos de la angustia
que su ser oscilan,
manifiesto del agobio,
declaración del encierro
Hay una luz afuera
que ya nadie ve,
un sismo interno
de todos los días:
en el silencio
de las venas vacías
en la soledad
de cuerpos muertos
en los ríos,
con la memoria
de las pantallas rotas
y el sonido de una
distancia
que siempre estuvo
pero nunca tan afilada
donde todos son
y nadie está
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