Hoy me estaba acordando que cuando regresé en avión desde Argentina, a mitad del vuelo quise ir al baño y al abrir la puerta que aparecía como disponible, me encontré con que la señora adentro había olvidado bloquearla. Con todo el espanto y la incomodidad de ambas partes por semejante situación que tomó tres eternidades el cerrar la puerta, me di cuenta que era la señora que estaba sentada detrás de mi silla. Durante las restantes horas, nos escondimos el uno de la otra. Lo que era imposible: lo único para esconder ya había sido muy visible y, por el otro lado, el sonido de su existencia a mi espalda, que destilaba vergüenza por allá y de culpa por acá, era ya imposible de esconder.
Today I was remembering that when I returned by plane from Argentina, in the middle of the flight I wanted to go to the bathroom and when I opened the door that appeared available, I found that the lady inside had forgotten to block it. With all the fright and discomfort of both parties by such a situation that took three eternities to close the door, I realized that she was the lady who was sitting behind my chair. For the remaining three hours, we hid from each other. Which was impossible: the only thing to hide had already been very visible and, on the other hand, the sound of its existence behind me, which distilled shame over there and guilt over here, was already impossible to hide.
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