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Ir cantando con toda pasión y de repente olvidar la letra.

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No quedó sino la bruma.
(O el café cargado)
Se fueron las manchas
y los restos de las ollas.
Un murmullo por las ventanas
o las casas
o las mesas.
¿Quién soy yo sino la rendija:
el corredor de las montañas?
Yo que no camino,
yo que no respiro.
Hay telas colgadas
y ganchos sin ropa.
Pedazos de cuerpos invisibles
Pedazos de mí
que nadie soy.

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Para mí es más símbolo patrio la foto de un tamal de pipián.

Lkfksj539

Qué felicidad es ninguna felicidad
Qué felicidad es toda felicidad
Qué hueco es la vida
Sólo bordes el vivir
Sombras de lo muy delgado
Remanente de nada
o sobrante de todo
Vacío de sí
lleno de todo
Lodo
Frenesí.

Brandón

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La voz, tu voz. Sombras de los días calurosos. Sombras de luz. La mata que cuelga y que no acaricia. Las mantas vacías. El recorrido del tiempo y del mar. Ir y volver, siempre partir. Volar.

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El espacio, el mismo. Las calles que no cambian. El murmullo de los carros. La lluvia y el frío. Solos los muebles. Sin destino el cemento. Hay formas y cuerpos. Luceros que tiemblan. El sol. El cielo y yo. Yo y tú. Tú y el Cielo.

ñoaf

Impulsados los cuerpos,
expulsadas las risas,
no son las sombras
ni las vías
sino las arañas
y las mesas.
Nunca somos más
como cuando
sufrimos la carne,
como cuando
dormimos las sobras.
Las vidas que son
las rocas,
el cemento
que son los ojos,
el acero
que es la saliva.

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Esa felicidad de haber comprado el aguacate correcto.