La casa
Cualquier casa. Cualquier cuarto, la sala que sea, el baño que toque, ¿la cocina pequeña? ¿La puerta suena? Hay ruido o hace frío. La que caiga. La casa no es un sitio, es un hecho. Es esa piel tersa, es esa piel de arrugas, el pelo blanco y el liso negro. La sonrisa de quien aprende, los ojos de quien ya ha aprendido. La mesa pequeña, el óvalo grande, con los cuerpos de sus circunstancias, con los trapos de estas circunstancias. Si alguien ha de entender, que lo entiendan ellos que yo puedo dejar la vida irse en intentar aprender y vivir así lleno de todo y con todos hasta el aliento final: lleno de mí.
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