Sueñas muertos y sombras. Mentiras. Basura en espera de tu boca y ansiosa del filo gastado de tus dientes. Sueñas tu cuerpo en un pueblo sin escenografía. Y estás ahí: partiéndote, evaporándote, sumergiéndote, dejándome. Un sol que sin mañana apagado está.
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