Martes dos con siete
Mentir. Mentirle. Encontrarte en el camino que nunca debiste arrancar. Desalojar los juramentos de acero y despellejar todo pasado sonriente en que creíste fielmente seguir todo aquello que escupías. Las serpientes atrapan las piernas frías. El barro se seca. Y caminas: hacia atrás mirando. Le caminas y le pisas. Herido, descalzo.
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