Me ahogo.

Se hundía. El agua a pocos centímetros de su cuello subía lentamente. Un minuto necesario para avanzar una uña meñique de distancia. Pudo pensar en su pasado. Tuvo tiempo para recapitular viejos recuerdos. Algunos perdidos entre la maleza de la nostalgia. Algunos sin embargo maravillosos: besos, sonidos, olores a mango en la mesa. Todo se iba en una cubeta a medias. Los que amaba. Esos rostros que dejaría y quienes se disolvían como la sal en la desesperación y la taquicardia. Respiraba agitadamente. No podía concentrarse más. El agua lo alejaba en este punto de pensamientos particulares o largos o concisos y se encaramaba a él como una babosa cubriéndolo todo. Sentía cómo la nada y la muerte expresadas en líquido diáfano le abrazaba inesperados recovecos enredándole las piernas y el torso en una tela de seda que apunta a encerrar al gusano. Finalmente se conectaron todos los hilos y tejidos poniendo llave y candado para siempre en ese cascarón. El manantial de vida lo mató.

12 comentarios:

Uno De Barba dijo...

muy bueno. che.

Pase el tinto

Salu!

Mista Vilteka dijo...

¡Epa Escritor! Qué buena visita la tuya. Muchas gracias por la buena energía.

Y por el tinto, bueno, venite por estos lares y encantadísimo. ¿Qué mejor?

¡Muchos saludos!

:)

F.

Etienne dijo...

Buen suspenso, en lo que tarda la uña meñique pasa raudamente la vida en diapositivas lentas. Y vengativas.
Abrazos!!

Mista Vilteka dijo...

Hombre Etienne, la vida que la sentimos rápido, pasa lento cuando esperamos algo puntual. Sobretodo en el transporte público en medio del tráfico y con mucho afán para el trabajo. Jejeje.

Un abrazo para el caballero.

:)

F.

Esilleviana dijo...

mañana termino de leerte.
:)

Mista Vilteka dijo...

Esilleviana, pues te digo que si esa es una razón para pasar a visitarme, leete una palabra por día.

Que la vida social siempre se me da.

Jaja.

¡Un abrazo!

F.

Esilleviana dijo...

mi excusa (que no es tal...): era muy tarde y los ojos se cerraban, no pude terminar tu texto... y dejar huella (porque se vé en estadística) y no dar ninguna explicación tampoco me gusta... ves como hay un motivo...
ajajajaj

Esta mañana leí a Etienne y ahora te leo a ti. Ambos tratáis un ahogamiento diferente, pero al fin y al cabo es fallecer por falta de respiración, especialmente en el agua. Solo que esta causa es más angustiosa que la anterior (la de Etienne). La persona que sufre el yugo de la vida, la presión por no estar a la altura de lo que se espera o deseo es más abrumador y alarmante que morir ahogado sin esperar tal momento...

pero me encanta, esta forma de tratar un momento tan agobiante.

un abrazo
:)

Rara Avis dijo...

Me ha gustado mucho... No hay duda del momento de ahogo...

bsss...

Mista Vilteka dijo...

Esilleviana, jeje siempre hay un motivo. Acá se usa especialmente con el licor. Es decir, no tener un motivo es un motivo para un par de cervezas, por ejemplo. ¡Cómo me gusta esa línea de acción! :D

Le temo al ahogo, esa sensación de saber que todo está perdido y que hundido, como un barco, se disolverá la vida.

Menos mal volviste luego de luchar contra el sueño. Es que dormir nos toca a todos. Como el ahogo en la vida, ¿no te parece?

Un abrazo y saludos por ahí.

F.

Mista Vilteka dijo...

Ayshane, qué bueno que te diste una pasadita por acá y mucho mejor que te haya gustado. Lo primero es, de lejos, más importante que lo segundo.

Bienvenidísima y brindis por el encuentro.

¡Saludos!

F.

Esilleviana dijo...

:)
ya decía yo que notaba un gesto diferente en tus movimientos...
bailar desde bien pequeño configura los ademanes y la expresión en general.

y se ensaya bailando sol@?

un abrazo

Mista Vilteka dijo...

Jajaja pues Esilleviana, yo bailo solo y la paso buenísimo. Pero nada hay como el talle de una cintura que se mueve al vaivén.

!Ah es que bailar...¡

¡Un abrazote!

F.