Mejor hago caso por si acaso. ¿Será que me caso?
Que no me gusta, que me aterra ese laso.
Pero me hago viejo y solitario a este paso.
Ah qué pena fue olvidarte. Qué error tan craso.
Me leo y el camino en que te puse, miro. Y me repaso.
Ya ha llovido lo que hubo de llover. Mi vida: es un fracaso.
Tanto es mi miedo, que muerte le doy a este pobre y lleno vaso.
2 comentarios:
Nunca es tarde mientras haya tiempo… aunque también a veces no importa si se está ante la eternidad para saber que ya nada se puede hacer. A veces es cuestión de perspectivas, a veces de vida.
saludos,
Alejandro
Se dice que no hay peor diligencia que la que se hace y me digo lo mismo que se dice pero no me lo creo.
Saludos.
Y gracias por pasar!
Publicar un comentario