25 de enero de 2025

y de quietud

Un cuerpo que no responde,
que calla y duele;
un cuerpo ajeno
que grita en las noches
cuando duerme el tiempo
y la soledad lo es todo,
cuando nadie está sino yo
y este peso que nada calla,
el filo que siempre corta,
la herida que siempre sangra.
Una noche de agua en tormenta,
silenciosa y que acecha;
una espera que no se acaba
y que la luz sólo ahoga
en cansancio y sequedad
de lágrimas del pasado inmediato,
del cansancio que se hunde
entre los latidos de no saber
qué va a pasar.
Me voy oscuro y vivo,
muerto y vivo,
atrapado en este murmullo
que sólo escucho yo.
Tempestad de carne,
caída de memoria
abismo de memoria 
y de quietud.

18 de enero de 2025

Grandés

Muchos no lo saben, pero mi primer nombre es Andrés. Hoy en la caja del supermercado me pidieron mi identificación. Con el ruido del sábado y de la gente escuché "¿es muy grande...s?", me sentí confundido y halagado porque no suele ser un adjetivo asociado con este cuerpo y luego lo pensé y pregunté "¿Cómo?" y me dijo: "es el señor Andrés". Con el corazón algo roto, pero sabiendo la importancia de la verdad, le respondí que 'grande...s' no pero que 'Andrés' sí.

16 de enero de 2025

El cuerpo que es

¿Qué es el cuerpo?
¿La casa vacía, el cuarto vacío,
la noche de insomnio?
¿Qué es?
¿Una cárcel oscura,
una ventana ya muy pequeña,
un piso frío en un sótano de soledad?
¿Qué es este cuerpo
que se resquebraja silencioso
en polvo y ceniza
y olvido y sin memoria
cada vez que cierro los ojos
y no puedo ver sino la oscuridad?
¿Qué es?
¿Una deuda infinita,
una distancia imposible,
un destino fugaz?
¿Soy otra cosa, acaso otra cosa,
soy más allá que esta condena,
que esta escritura,
soy sólo él o soy algo más?

13 de enero de 2025

Azul de infinito

Hoy, con una Bogotá de azul infinito que no tuvo ni una nubecita, con más de 22 grados, algo que es cada vez más común y más normal en semejante anormalidad, pienso que en 2024 tuvimos enormes incendios forestales que inundaron la ciudad de humo y de un olor a quemado con el que nos despertábamos y nos acostábamos, y que también comenzamos el racionamiento de agua por 24 horas para toda la ciudad, en un esquema por ciclos, y ya llevamos no sé cuántos meses. Siento miedo por el 2025, por mañana, por el mañana y por lo que va a pasar a esta ciudad y a este mundo, en este ya eterno hoy de catástrofe, en este ahora de ansiedad y preocupación.


4 de enero de 2025

Cuan remoto parece el mañana

Cuan remoto parece el mañana
y faltan apenas unos minutos
Cómo se acercan los últimos momentos
en este océano de distancia
Cuan lejana se escucha la muerte
y respirar la escucho
y hablar la escucho
sobre estrellas que ya no alumbran
sobre ríos que ya no sacian
sobre recuerdos que nunca nadie vivió
Hay un universo al otro lado
donde nadie vive
y donde nunca hubo ojos 
ni rastros
Cuánto silencio queda en el último suspiro
de tu cuerpo que se va, aquí, a mi lado
en el último abrazo que permanece
en tu partida de tiempo
en tu estancia fugaz de astro
Cuan remoto es el destino
que vamos viviendo
y que nos va dejando
solos y sin olvido

2 de enero de 2025

Empieza una vida

Empieza una vida
ya acabada,
quizás muerta después de nacida.
Empieza un ciclo que nunca termina,
y miramos al frente sin ver nada,
y vemos solo noche y neblina,
eterna oscuridad del día
o la cueva profunda de la noche.
Empieza una jornada que es la ida,
la fiesta después de la fiesta,
desordenada, pasada y perdida
pues el tiempo nuevo es viejo,
y no existe felicidad o alegría,
sino la incertidumbre, el miedo
la duda y la nula compañía,
pues vamos solos,
y así llegaremos
al sitio-abismo
del que nunca nos fuimos.
Empieza aquello que no finaliza:
la pesada carga,
de subida por la afilada colina
para llegar y caer
como caen las piedras
para llegar y mirar
y repetir y empujar
un universo vacío
lejano de olvido
sin estrellas.