Cuando uno materializa las ideas, por sobre todas las cosas
deja de tener poder absoluto sobre ellas. Las circunstancias se vuelven
entonces las enemigas máximas. Contra quienes luchamos para controlar las ideas
que un día fueron nuestras. Y sin embargo, solamente es en las ideas
materializadas en donde construimos eso aquello que llamamos vida y pasa eso
aquello que hace que podamos pensar que algo somos y pensarnos-conciencia.
No de tres
Rehacer los colores, recuadrar los ladrillos. Amontonar de nuevo y notar que esa casa propia, era de hecho una ajena. Que la cama sigue vacía y que sólo un cuerpo cierto y verídico abunda. La lucha es la misma, la lucha es con nuevas armas. He de vigilar la entrada y he de resguardar tu partida.
Discurso de los dolores
Sigue, pasa, se da. La sombra nos persigue. Te persigue. Te mira con los ojos abiertos. Y parece que te quiere comer. Pero no quiere. Sólo está atada sin así quererlo. La luz nos huye. Pero es hacia a ella a quien siempre nos dirijimos. Quizás porque la vida es sobre todo un discurso de los dolores. Aveces, las menos de las veces, se es alguna vez feliz.
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