20 de mayo de 2025

Sábado de pasado

Cuando estábamos saliendo de la pandemia, muchas de las historias giraban en torno a experiencias de, digamos, supervivencia. Personas que duraron mucho tiempo encerradas, recuerdos de las filas en los súpermercados, los trapos sucios en el piso que eran -dizque- protocolos de bioseguridad, las bañadas de spray con alcohol al subirse en carros y en las entradas de muchos lugaras y, así, actos de defensa y expresiones de paranoia que todos ejercimos en los más y en los menos.
Un día, ya en el 2021, pedí un servicio de taxi para un trayecto largo, o corto, pero re-largo gracias al hermoso tráfico bogotano. Como uno (yo-siempre) resulta fácilmente hablando con los conductores, llegamos a los temas de la vida y de los demonios, del clima, de que antes hacía frío y ahora calor, de las deudas y de qué caro que está hoy todo y, por supuesto, de la pandemia.
De todo un poquito: cual miscelánea.
En esas, un poco medio de la nada, me empezó a contar el conductor que el sábado de esa semana tenía su boda: la ceremonia, la fiesta, la gente, el combo completo.
Yo, consciente -maso- de semejante acontecimiento, le felicité y le dije que qué maravilloso y que le deseaba lo mejor a él y a su pareja y que tales y que pascuales. Esas cosas que se dicen, tanto porque así -medio- se sienten, pero también porque así -medio- toca. Ya se imaginarán.
Yo andaba en mi felicidad perfomática de celebrarle su próxima celebración cuando él, en un sablazo, me dice: "no sé qué hacer".
Un silencio necesario para procesar la frase me atrapó. Me sentía la señora del meme haciendo cálculos.
¿Cómo así que "no sé qué hacer"?
Le pregunté que por qué y, en un suspiro profundo, me narró con desgarro que el encierro de la pandemia con su futura esposa, le había mostrado a él -y a ella-, que realmente no se entendían como pareja. Me contó que la convivencia había sido terrible durante esos meses y que les había mostrado a ambos el lado B del otrx, el de las canciones malas malísimas, y que ninguno -después de charlas y reflexiones- quería casarse realmente, que lo hacían porque habían invitado hasta al perro vigilante del vigilante del centro comercial del otro lado de la ciudad. Medio mundo de su mundo. Y que sí, que era era seguro que ese perro iba a ir: de gala. Que los papás de ambos ya estaban en Bogotá, que los amigues de ambos ya estaban en Bogotá, que tenían la comida lista, el DJ listo, lista la lista del DJ, todo listisísimo: trago, vestidos, votos, sacerdote, comedores, manteles, "recuerdo de mi matrimonio"s, hoteles reservados; y un todo retodero muy extenso de años de planeación y de felicidad cortados a tajadas por la experiencia pandémica de una convivencia forzada y reveladora.
"¿Qué hago?" Me preguntó.
Yo seguía siendo la señora del meme haciendo cálculos de análisis funcional, topología y geometría algebraica, sin saber qué aconsejar en una situación tan complicada y en una carrera que estaba cerca de terminar.
"Ya no la quiero. Ella tampoco a mí"
"¿Qué hago?"
Luego me contó que habían decidido irse a la luna de miel planeada hasta en los pétalos de rosas de la cama, para intentar re-intentar. Para ver si era posible un encuentro mágico que los llevara a la vida pre-pandemia. Un viaje fijado en el futuro para irse al pasado. Una construcción en retrospectiva.
Cuando pensaba responderle y decirle que realmente no podía aconsejarle y que intentaba entender su frustración ante una situación tan complicada y surreal (también para mí), llegamos a mi destino.
No pude decir mucho, realmente. Sólo estuve escuchando todo el tiempo. Con atención y desatento flotando en la reflexión de qué hacer y decir.
En el punto final, el-él paró el carro y me dijo: "llegamos. Deseéme lo mejor"
Así se lo deseé. Pero, acaso, ¿qué es-era lo mejor?
¿Cómo sabemos semejante cosa, si es que podemos saberlo, o bien decidimos definir qué lo es o no lo es para liberarnos del peso de que no lo sea o de que sí lo sea?
¿Dónde estará él y su entonces-pareja? ¿Cómo habrá sido para ellos ese sábado futuro y ese mañana de pasado perdido?
Qué difícil que es el-hacer cuando las decisiones parecen ya tomadas, fijas, inevitables, como condenas, y el futuro no está blanco y por escribir, sino que se nos presenta pesado, como la tierra misma en un océano de duda. Muerto y vivo. Frío. Como una cárcel vacía habitada para siempre por la duda de lo que pudo ser.

19 de mayo de 2025

Lo no cantable

Qué rara y :/ que es la experiencia de estar con un grupo de amigxs que se cantan una canción de principio a fin y uno apenas se sabe el "eh eh eh". Una incluyente exclusión de estar y no estar pero donde toca estar porque pues "eh eh eh".

1 de mayo de 2025

En cuerpo

En cuerpo me siento
como la sombra pálida
o el murmullo ausente
como la lágrima vieja
el suspiro olvidado
como la vida sola
y su soledad
Toda esta verdad
de noche oscura
y de vidrios rotos
de mares sin horizonte
de pasos sin camino
de andar sin caminar
Soy quien sopla el aire
que no contengo
Soy quien habla las palabras
que no conozco
Recuerdos pulidos y brillantes
de tanto recordar
Esculturas
de lo que quise que fuera
hielos-estatua
tiempos-vapor
En cuerpo me huyo
en náusea y en gritos
en una noche de silencio
esta noche-toda de silencio
en donde sólo duermen
los que nacieron dormidos
en donde los que nunca nacieron
sólo duermen

16 de abril de 2025

Tu silencio

Tu silencio
es mi arma
Tu ausencia
mi destino
Eres el agua mansa
de tormenta profunda
El silencio afilado
de muerte segura
Camina hacia mí
que tu dirección es contraria
Vete
que te acercas en lejanía
¿Dónde estás cuerpo de sombra?
Callada piel
una vez mía
y hoy ida
¿Dónde estás ilusión breve
de cercanía?
Te diluyes en vapor-recuerdo
en polvo-olvido
Me diluyes en la memoria
de aquél día futuro
en que fuimos somos
uno-pasado
uno-tiempo
uno-universo.

31 de marzo de 2025

agua de mar

agua de mar
salubre ola
que a la Nada arrastras
al olvido de lo profundo
al silencio de lo eterno

cuánto espacio que hay
en tu humedad de cielo
en tus tesoros de universo

sé la vida, que te pierdo
sé la sombra, que te siento
atascada aquí en mis ojos
serena
durmiente
contenida

y sé distancia
de los imposibles
tormenta que escondes
el fin de los tiempos

21 de marzo de 2025

Y parece


Y parece que las montañas sonríen
hablan
suspiran
los vientos húmedos cantan
hay una visión infinita desde mi ventana
donde las personas que cruzan las calles
hablan la vida misma
se hablan de la vida misma
llevándose por los horizontes
como polvo a contraluz
y parece que la primavera
está volteado sobre sí misma
en el trópico montañoso
páramo de los tiempos quietos
como un otoño de mentira
y aquí me atrapo
en eterna móvil quietud
mientras en mí pesa
el invierno lejano que ya me habita
el agua fría que ya me inunda
los deslizamientos que ya me son
mientras en mí se cuecen
gritos
silencios afilados
sed
y todo el hambre 
¿Qué será de las lágrimas que lloraré?
¿Qué será del abismo que cavaré?
¿Qué será de mí y de cada roca
y de cada acantilado que deberé subir
para después y por última vez
por primera vez
por siempre caer?

7 de marzo de 2025

Me siento triste

Me siento triste
en forma de lluvias
mientras inundan
las alcantarillas rotas
las basuras abandonadas
Mi tristeza
es de formas-sequía
de sed de sales
de agua que no llega
Me duelen los cuerpos
que el arado abandonan
expulsados por la historia
perseguidos por la sombra
de armas y filos
de abandono y de olvido
Me siento triste
en forma-distancia
extremo que hoy me separa
de tu cuerpo que arde
en los últimos días fríos
en una luz ardiente
que te oprime
que nos oprime
Mi tristeza
tiene formas de tiempo
de roca cósmica
y de miedo
de silencio vago y más miedo
¿A dónde vamos,
a dónde vamos todos los días?
¿En dónde dormiremos
acaso en dónde dormiremos
si no no habrá nada ya
para soñar?

2 de marzo de 2025

Lo lavado

Ayer noté que ya no me quedaba jabón para la ducha. Raudo fui a comprar y me decidí por el que estaba asociado con bebés porque pues, baby, here I am. Cuando regresé a casa y ya estaba vestido sólo de mí, mojado, sacando el espumoso -yo sé en qué están pensando-, me di cuenta de que era jabón para ropa de bebés. "Coco: suave con tus prendas y con tu piel". Ya en ese punto no había retorno y había que prenderse, como el eslogan, con y del espumoso. No habiendo más, tocó lo que tocaba, y así me desquité de lo innecesario, quedando suavecito cual cobija, con olor a coco y listo para otro ciclo de arrugas y de centrifugado.

22 de febrero de 2025

La nada entera

¿Quién sabe del destino, 
De su tragedia
De su sonrisa?
¿Quién sabe de la neblina
Y las noches oscuras
Y los días oscuros?
¿Quién sabe de la lucha
y el silencio que nos calla
y el eco que nos calma
con su espejo sucio,
su mirada rota,
su sueño incompleto?
Yo que te veo mirándote,
Mirándome sin saber de mí,
En esa sombra de colores,
En esa mentira
que no puede hablarme.
¿Quién sabrá de ti
y de tus lágrimas ficticias,
de mis gritos reales
que tú no escuchas?
¿Por qué me miras mirándote?
¿Qué sabes tú de mi destino?
¿Qué sé yo del tuyo?
Apaga todas las luces,
Agota todas las estrellas.
Sé el horizonte sin horizonte,
Sé el fin que ya llega,
La llamada primera,
La verdad toda
¡El vacío todo!
La nada entera

20 de febrero de 2025

Por Mike

 Una vez, hace un par de años, Mike, el-Mike, un gran amigo, se quedó par meses en casa. La noche de la despedida organizamos, para despedirle, un pequeño encuentro de músicas y bebidas de las de aquellas. Como él era de poco de aquello, pasaditas las 10 de la noche, se despidió del grupo y nosotros brindamos por él: ¡por Mike!. A eso de las cuatro de la mañana, seguíamos celebrando y celebrando al celebrado. "¡Por Mike!" Seguimos brindando y sólo decíamos ¡por Mike!, así el celebrado estuviera ya bien ido y muy dormido. Son esas cosas de la amistad y de Aquello. Lo importante siempre fue la fiesta, y bueno, la intención.

14 de febrero de 2025

Los vivos

Hoy en un formulario me pidieron poner un familiar de referencia. Luego me preguntaron si estaba vivo o no. Y sí, porque contactarse con los que no, va a estar más difícil.

10 de febrero de 2025

Sobre mí cae

Sobre mí cae un cuerpo de futuro
que ya llega
Sobre mí cae
la distancia
de quienes fueron
y de lo que soy
Pues nos separan
las mareas y las guerras
en pretéritos de mí
Ustedes apenas estaban
contando lágrimas
de sus propios dolores
Yo, en cambio,
era el cuerpo bendito
la energía infinita
la resistencia acantilada
Yo era ustedes
Feliz de tristeza
Llorando risas pálidas
Deseando
y deseando desear más
y ahora las baldosas están vacías
y las botellas están rotas
de una fiesta en donde sólo
huele a copas mojadas,
cenizas de ayer
Sobre mí cae
una sombra que se recoge
y que deja ir al irse
Dejar, dejándose
y siempre llegar

1 de febrero de 2025

Cumpleaños 42

Oh no, ¡son 42!
Que no millones,
Que no aclamaciones,
Que son los años
¡los peldaños!
Que hoy tengo yo
aquí, sí, yo-yo...
Son 42

Los cuarenta y tantos ya son,
y ahora cuadra ser un Don-don,
pues no son más cuarenta y dos,
sino, menos -enta y dos
que quitan de mi vida,
de mi trocha y mi avenida,
que se diluyen de mi pita
hilito-hilita
delgada y que tirita.
No son una bienvenida,
son la partida ida,
son un adiós.
¡Ay, dios mío! ¡Oh, dios!

Soy yo frente a este espejo,
perplejo y viejo;
soy vos.
Esta arruga, esta pechuga,
la aguda voz.
Eso eres en rolo;
en patojo, eso sos...

Son más y más y ¡más!
Y son, -enta más dos,
y el mundo se cae, parece,
y el mundo se cae, ¡perece!
ya, en un dos por tres,
hoy, en un tres por dos,
con sus cons y sin pros
que sólo veo
puro caldeo, mareo, ¡aleteo!
Me veo a mí, te veo a vos,
espejo que me denuncias,
que me anuncias
con espalda en forma de dos.

¡Soy los 42!
¿Quién está 
en esta tormenta
que es la vida?
¿Quién está
en esta violenta
casi eterna herida?
Me veo irme,
dizque firme,
ansioso y poroso,
con tos,
cayéndome como dominó,
en "sanseacabó"...

¡Ay, no!
¡Son dos! 42
Y a los 43 me voy,
que el tiempo me lleva
a la cueva, a la final prueba,
y, como vil güeva,
me voy 
a ir yendo.
En remiendo,
y yéndome me voy.
Fueron 41, hoy y ya 42;
abrazos les dejo
a mi gente presente,
pesares pendejos,
con permisito
que estoy frito y me marchito.

¡Hasta pronto y adiós!

25 de enero de 2025

y de quietud

Un cuerpo que no responde,
que calla y duele;
un cuerpo ajeno
que grita en las noches
cuando duerme el tiempo
y la soledad lo es todo,
cuando nadie está sino yo
y este peso que nada calla,
el filo que siempre corta,
la herida que siempre sangra.
Una noche de agua en tormenta,
silenciosa y que acecha;
una espera que no se acaba
y que la luz sólo ahoga
en cansancio y sequedad
de lágrimas del pasado inmediato,
del cansancio que se hunde
entre los latidos de no saber
qué va a pasar.
Me voy oscuro y vivo,
muerto y vivo,
atrapado en este murmullo
que sólo escucho yo.
Tempestad de carne,
caída de memoria
abismo de memoria 
y de quietud.

18 de enero de 2025

Grandés

Muchos no lo saben, pero mi primer nombre es Andrés. Hoy en la caja del supermercado me pidieron mi identificación. Con el ruido del sábado y de la gente escuché "¿es muy grande...s?", me sentí confundido y halagado porque no suele ser un adjetivo asociado con este cuerpo y luego lo pensé y pregunté "¿Cómo?" y me dijo: "es el señor Andrés". Con el corazón algo roto, pero sabiendo la importancia de la verdad, le respondí que 'grande...s' no pero que 'Andrés' sí.

16 de enero de 2025

El cuerpo que es

¿Qué es el cuerpo?
¿La casa vacía, el cuarto vacío,
la noche de insomnio?
¿Qué es?
¿Una cárcel oscura,
una ventana ya muy pequeña,
un piso frío en un sótano de soledad?
¿Qué es este cuerpo
que se resquebraja silencioso
en polvo y ceniza
y olvido y sin memoria
cada vez que cierro los ojos
y no puedo ver sino la oscuridad?
¿Qué es?
¿Una deuda infinita,
una distancia imposible,
un destino fugaz?
¿Soy otra cosa, acaso otra cosa,
soy más allá que esta condena,
que esta escritura,
soy sólo él o soy algo más?

13 de enero de 2025

Azul de infinito

Hoy, con una Bogotá de azul infinito que no tuvo ni una nubecita, con más de 22 grados, algo que es cada vez más común y más normal en semejante anormalidad, pienso que en 2024 tuvimos enormes incendios forestales que inundaron la ciudad de humo y de un olor a quemado con el que nos despertábamos y nos acostábamos, y que también comenzamos el racionamiento de agua por 24 horas para toda la ciudad, en un esquema por ciclos, y ya llevamos no sé cuántos meses. Siento miedo por el 2025, por mañana, por el mañana y por lo que va a pasar a esta ciudad y a este mundo, en este ya eterno hoy de catástrofe, en este ahora de ansiedad y preocupación.


4 de enero de 2025

Cuan remoto parece el mañana

Cuan remoto parece el mañana
y faltan apenas unos minutos
Cómo se acercan los últimos momentos
en este océano de distancia
Cuan lejana se escucha la muerte
y respirar la escucho
y hablar la escucho
sobre estrellas que ya no alumbran
sobre ríos que ya no sacian
sobre recuerdos que nunca nadie vivió
Hay un universo al otro lado
donde nadie vive
y donde nunca hubo ojos 
ni rastros
Cuánto silencio queda en el último suspiro
de tu cuerpo que se va, aquí, a mi lado
en el último abrazo que permanece
en tu partida de tiempo
en tu estancia fugaz de astro
Cuan remoto es el destino
que vamos viviendo
y que nos va dejando
solos y sin olvido

2 de enero de 2025

Empieza una vida

Empieza una vida
ya acabada,
quizás muerta después de nacida.
Empieza un ciclo que nunca termina,
y miramos al frente sin ver nada,
y vemos solo noche y neblina,
eterna oscuridad del día
o la cueva profunda de la noche.
Empieza una jornada que es la ida,
la fiesta después de la fiesta,
desordenada, pasada y perdida
pues el tiempo nuevo es viejo,
y no existe felicidad o alegría,
sino la incertidumbre, el miedo
la duda y la nula compañía,
pues vamos solos,
y así llegaremos
al sitio-abismo
del que nunca nos fuimos.
Empieza aquello que no finaliza:
la pesada carga,
de subida por la afilada colina
para llegar y caer
como caen las piedras
para llegar y mirar
y repetir y empujar
un universo vacío
lejano de olvido
sin estrellas.