Cuan remoto parece el mañana

Cuan remoto parece el mañana
y faltan apenas unos minutos
Cómo se acercan los últimos momentos
en este océano de distancia
Cuan lejana se escucha la muerte
y respirar la escucho
y hablar la escucho
sobre estrellas que ya no alumbran
sobre ríos que ya no sacian
sobre recuerdos que nunca nadie vivió
Hay un universo al otro lado
donde nadie vive
y donde nunca hubo ojos 
ni rastros
Cuánto silencio queda en el último suspiro
de tu cuerpo que se va, aquí, a mi lado
en el último abrazo que permanece
en tu partida de tiempo
en tu estancia fugaz de astro
Cuan remoto es el destino
que vamos viviendo
y que nos va dejando
solos y sin olvido

Empieza una vida

Empieza una vida
ya acabada,
quizás muerta después de nacida.
Empieza un ciclo que nunca termina,
y miramos al frente sin ver nada,
y vemos solo noche y neblina,
eterna oscuridad del día
o la cueva profunda de la noche.
Empieza una jornada que es la ida,
la fiesta después de la fiesta,
desordenada, pasada y perdida
pues el tiempo nuevo es viejo,
y no existe felicidad o alegría,
sino la incertidumbre, el miedo
la duda y la nula compañía,
pues vamos solos,
y así llegaremos
al sitio-abismo
del que nunca nos fuimos.
Empieza aquello que no finaliza:
la pesada carga,
de subida por la afilada colina
para llegar y caer
como caen las piedras
para llegar y mirar
y repetir y empujar
un universo vacío
lejano de olvido
sin estrellas.