La te equis te.


Es siempre curioso que cuando vemos para atrás vemos cosas que antes veíamos en frente.

El almuerzo de zetas.


El cansancio me asedia. El sopor, el tedio. El polvo se amontona en las esquinas, en las cortinas. El telón cae irremediablemente. La audiencia duerme y otros llaman callados como si los quisieran más cerca. Silencios. Y es apenas mediodía.