Se asoma la sombra de la noche
en el silencio de un abandono
Se sumerge la dicha de la muerte
en las aguas tensas del pasado
Hoy no será
sino la brevedad del sueño
y de verte entre aquellas brumas
y de hablarte entre ruidos universales
entre sollozos invisibles
Haces la brisa que la pradera bebe
Haces la sonrisa que alimenta
la distancia infranqueable
que sobrevuelo aquí - sentado -
encadenado a los tiempos
y al cemento de los recuerdos:
tu cemento
Cierro los ojos en la caída
del sol
Cierro los ojos en el suspiro
intangible de tu voz