Lejana

Tristeza que andas con lluvia y caminos de cemento
Vientos fríos entre matorrales
Días grises
Tristeza que eres serena y parece me hablas 
mientras te acurrucas
en esta sala nueva y esta madera fría
Tristeza que te bañas entre las rendijas
como la piel que se habita cuando al mirarte me miras
Hoy te escucho lejana y serena
pues me esperas en el horizonte de alguna parada
en los días que se juntan, al despertar en las mañanas
Hoy te siento amiga y no me hablas
pues te sabes incierta en la certeza de la duda
Hoy eres la otra cara y la otra forma
allá en donde explotan las estrellas
allá donde lloran las caídas
Hoy no soy tu vida
y no te niego ni te oculto
pero el agua es tibia ahora
y las tormentas son sólo brisas
Estás conmigo como la vida misma
estás adentro apagada 
como la sombra misma
pero duermes tristeza mía
pero me sueñas tristeza mía
y me sueñas remoto 
y yo te veo como una vida oculta
tristeza mía

1 comentario:

Etienne dijo...

La lluvia y el cemento son causas de la tristeza, o por lo menos el perfecto decorado. La duda cierta es causa probable, viendolo mejor y tal vez sea mejor así, remoto en el tiempo y en el espacio. Alguna vez fue lo mejor, ahora es el recuerdo de lo mejor.