Llamada que cae

Me dueles alma que ya no gritas
Me dueles vida que ya no sientes
Me dueles futuro
Me matas seguro presente
¿Hay un camino para este abismo?
¿Hay para esta caída algún filo,
un destino?
Se escriben horizontes
para los cuerpos ajenos,
pero Ilusiones para el mío
Se escuchan risas en los labios otros,
pero murmullos en los míos
Se pintan vidas nuevas
en las vidas viejas,
pero se borran en los rostros míos
Sólo se acaban y me acaban...
Me alejan de quien la vida hace cerca
Me separan de quien la luz borra
la sombra eterna de mi sombra
Me separan y separan
los senderos vivos
con la fuerza muerta de la vida
y así caigo como he caído
y así me olvido
de mí mismo ya mismo
y hoy me empujo
al vacío y a ese ojalá camino
y hoy me huyo y me ahuyento
y me miro en la nada 
y en la nada de mí me olvido

tres llamadas

Cuánto tiempo que tiene el destino
Cuánta distancia
Hay un miedo en cada segundo
que el cuerpo pisa,
en las esperas de los ojos,
en los abrazos últimos
Está la piel que huye en el futuro de lo ido...
La memoria que acosa con lo incierto...
El afán de la partida
El dolor de ver el dolor
¡Se van los cuerpos al quedarse!
(Todos los ríos se van)
O rocas que en las eternidades se evaporan
O restos de sombra que también se van
Queda un silencio de tumba
Viva tierra fría que nadie conoce
y que nadie ve
Sólo escuchar que alguien sonríe
(queda)
y que no es nadie y que no soy yo
O yo que no soy nadie
o este cuerpo que también se esfuma
como la paciencia y la esperanza
como la sangre y las lágrimas
Como este día que a nadie importa
y que nunca acaba
como me acabo yo
como me acabo ya
como me acabo hoy

se hacen

Se hacen eternos lagos eternos tiempos eternos
En mi cuerpo infinito de camino infinito de sueño infinito
Me ahogo y sobrevivo
Me hundo y floto
como el barro que emerge sereno
como la raíz que elige lo profundo
Oscuro profundo
Silencio profundo
Sin la piel que me habita
O la memoria que me acaba
Hay una hora que es siempre hora y ahora
Violín y cuerda y montaña y palabra
La voz ausente que ya me habla
O que ya me calla
La saliva seca, los ojos secos, la vida seca
Se hacen sombras y mareas y días y sombras y cielos y sombras
En mi destino vacío de mi corazón vacío vacío de mi miedo vacío