Tangente.


Al mismo tiempo y en el mismo lugar. La ubicuidad. El pertenecer. El desaparecer. En un mundo que creemos determinista, en donde no dudamos que el tiempo es apenas una línea en donde lo que viene ha sido predispuesto por lo que ya pasó, en ese entorno en el que armamos reglas y reglamentos, políticas y estrategias, cuadros de entradas y salidas, indicadores de impacto y herramientas de monitoreo, evaluación y análisis, en esa misma casa en donde nos miramos frente al espejo olvidando que ese ahí no soy yo sino una representación de mí y que yo soy una representación de mí mismo, de la forma en que he configurado la participación en mi realidad y en las realidades en las que participo cuando de mí se habla o, mejor, cuando soy el percibido. No puedo sino escuchar mis pensamientos y no sé si los demás escuchan los suyos (quizás algunos los míos) y ¿en qué tono? ¿en qué idioma? ¿cómo bailan tus palabras, de qué forma pronuncias las frases y argumentas tus miedos cuando te hablas? El universo está en soledad perpetua minutos antes de tú dormir. ¿Un cuerpo abrazado a ti? Abrazas un cuerpo en donde la dureza de la piel es apenas una imagen fugaz de algo que no está. No puedo no estar aislado y huir de mi existencia y al mismo tiempo existir. Soy vacío de materia, soy una energía condensada que se deshace entrópicamente degradada en una ciudad que identifico propia y de la que casi todo desconozco. A nadie conozco. A unos cuantos. Es inexorable el paso de este río. Se evaporarán las estrellas y consigo un Todo de formas definidas. Me evaporo y me miro y me miro y no puedo aceptar que deba lo inevitable ser aceptado. No puedo tomar como propio lo que no puedo negar como extraño. No es la infelicidad, es la extraña certeza de tener esa certeza. Y la incertidumbre. Y el miedo. Los códigos y todas las metáforas. Tus analogías de señora vieja, de hombre que camina, de niño que juega, de mamá, de papá, de hermano, sobrina, cuñada, amigo, vecina, extraños seres fuera de este cuarto y más allá de los límites ciertos y hasta de los inciertos. Tus fantasmas y representaciones de creer que puedes opinar y tener razón. Que vale y es necesario aveces escucharte, quizás amarte. Yo invalido toda existencia y le echo el lodo de la condena de hielo a toda presencia. Nada me saca de mí: ni siquiera la ausencia. ¿Paciencia? No. El futuro es uno y es un no futuro.

26 comentarios:

Etienne dijo...

Antes de pensar que podía ser posible estar en muchos lugares a la vez, creía que solamente el tiempo me determinaba ciertas condiciones. Y aprendí que otras variables influyen, que la distancia es relativa, que el dolor hace infinita una ausencia, que añorar el pasado no lo hace volver pero igualmente lo vemos cada día más vívido, que la piel que nos enamoró hoy nos detesta (o peor, le somos indiferentes) y que el talle que alguna vez adoramos es propiedad de algún energúmeno. Dejé de hacerme preguntas y empecé a tomar las cosas como venían y hacer todo lo posible para adaptarme. Certezas no existen, metáforas son eufemismos elegantes, límites están para pasarlos.
Me gusta pensar que el futuro es una versión mejorada del pasado y el presente un suspiro.

El Gaucho Santillán dijo...

Sin embargo, yo prefiero ponerles pantalla a mis miedos, y tener o imaginar una ilusion.

De lo contrario, ya me habría suicidado.

Un abrazo.

Romina dijo...

me quedé colgada con la pregunta de cómo bailan las palabras.
Ellas se adueñan de todos los espacios, a un ritmo diferente, a borbotones o con cadencia entran en nuestros pensamientos, se agolpan en la puerta de los silencios, nos embrujan, nos juzgan, nos dejan en la duda entre ser o no ser..
muy bueno F
feliz finde

Mista Vilteka dijo...

Etienne, tenés razón. No sólo el tiempo es determinante. Determina una serie de variables que aunque determinadas no tenemos cómo augurar un resultado sin incertidumbre. Del futuro, bueno, es una versión más desordenada, sin duda. ¡Un abrazo pues! F:

Mista Vilteka dijo...

Gaucho, el suicidio siempre ronda la idea de la incompresión. Pero no puedo hacer más. Estoy hecho a la medida del método científico. Es mi camino y es el nombre que cuelga de un cartón. No puedo no formularme preguntas ni puedo no dejarme atar las manos ante los miedos de no poder responderlas. Pero dan ganas. Especialmente con cerveza. ¡Un abrazo! F:

Mista Vilteka dijo...

Romina, uy, ¿que si agolpan? Es increíble que nunca nos abandonan. De esas cosas que no elegimos poseer. Al contrario, elegimos quizás acabar. ¡Un abrazo! F:

lichazul dijo...

a través de las palabras existimos
son ellas las que nos hacen imagen y concretud en el otro
el tiempo ... la percepción son solo porciones de probabilidades que se pueden presentar o no


un texto profundo y filosófico pára este fin de semana
un abrazo Felipe
feliz fin de semana

Mista Vilteka dijo...

Lichazul, definitivamente el lenguaje valida nuestra existencia, con el otro y el otro conmigo. ¡Qué buen punto! Un abrazo pues enorme. :)

F:

José A. García dijo...

¡Yeah! Punk para todos! No hay futuro!

Yo sabía que Sarah Connor no mentía.

Un texto muy introspectivo, muy interesante. Da mucho material sobre el cual reflexionar...

Saludos

J.

Mista Vilteka dijo...

José, jaja, buenísimo el comentario del Punk. ¡Y es cierto! Me recuerda a la película 'Rodrigo D, No futuro'. ¿Qué tal lo de Sarah Connor? Ah recuerdos...

¡Un abrazo de los chéveres!

F:

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Mista

Me he quedado reflexionando con tu texto. Hay mucha información, mucho qué pensar.

Para mi vivir el presente en lo más importante, aunque no lo más fácil. Es la manera que tengo de ir superando mis miedos, de vencer de aprender y de caminar hacia ese futuro incierto que en mayo o menor medida, está en mis manos.

Besotes.

Humberto Dib dijo...

Un texto con mucho de prosa poética, un juego de palabras que se dicen y contradicen para terminar con una verdad (in crescendo) que todos sabemos pero que pocos aceptan.
Le dejo un abrazo, amigo.
HD

Mista Vilteka dijo...

María Eugenia, ¡qué bello nombre! Pues siempre hay algo que me resulta ilusorio en esto de vivir. Algo que falta o que no cuadra. Me siento usado por la vida, creo. Pero no sé, por eso corro en las mañanas: tratando de escapar de mí mismo. Hasta ahora la estrategia, no ha funcionado.

¡Un abrazo! Y nos seguimos leyendo.

F:

Mista Vilteka dijo...

Humberto, hombre, in crescendo es que me dan ganas de abrazarte. ¡Un abrascendo! F:

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Mista

Me alegro que te guste mi nombre :D.

Besotes.

Mista Vilteka dijo...

M.E. me alegra que te alegre. Ya ves, así como funciona el virus de la felicidá. ¡Abrazos! F:

Esilleviana dijo...

"Tus analogías de señora vieja, de hombre que camina, de niño que juega, de mamá, de papá, de hermano, sobrina, cuñada, amigo, vecina, extraños seres fuera de este cuarto y más allá de los límites ciertos y hasta de los inciertos". Tratamos de imaginar lo que otros piensan pero realmente lo que hacemos es proyectar nuestro interior hacia el exterior y los otros, al final siempre somos nosotros y nuestro mundo que gira en torno a los demás...

Un abrazo
:))

Mista Vilteka dijo...

Esi, sabias palabras, 'los otros somos nosotros mismos'. Pues sí, no hay sino lo que yo creo que los demás son.

Me leiste a mí más que al texto. Jajaja hasta miedo me da. :)

¡Un abrazo!

F:

Javir dijo...

Me ha gustado, Mista. Es un baile del lenguaje, un ir y venir de ideas contradictorias que se ensamblan con una coherencia asombrosa. Enhorabuena.

Un abrazo

Mista Vilteka dijo...

Javir, muchas gracias. Lo de ir y venir definitivamente queda establecido. A dónde llegó, bueno, necesito vino en cuatro copas para esclarecer eso. ¡Un abrazo! F:

TORO SALVAJE dijo...

La soledad perpetua del universo es algo tan hermoso...
A mí me conmueve esa nada llena de todo.

María dijo...

Mista, siempre es un placer visitar tu blog y quedarse entre tus letras, además de hacernos reflexionar, nos envuelves con esta prosa tan bella.

Fantasmas, miedos que algunas veces nos nublan y no nos dejan caminar.

Un beso.

Mista Vilteka dijo...

Toro, no sé si yo le llamaría soledad, que me suena humanizado, o vacío o carencia. Me conmueve la certeza, eso sí. ¡Un abrazo! F:

Mista Vilteka dijo...

María, aveces no nos dejan caminar y otras veces nos dejan sólo caminando. Aveces, la mayoría de todas, no son los miedos sino las sombras proeyectadas en la única pared que vemos. ¡Un abrazo! F:

Manuel Marcos dijo...

Muy bien, Felipe, consigues mantener la tensión reflexiva hasta el final, algunas imágenes muy fuertes(Abrazas un cuerpo en donde la dureza de la piel es apenas una imagen fugaz de algo que no está.) Preciosa ésta. Un placer leerte y tu lucidez.

Abrazo.
Manuel

Mista Vilteka dijo...

Manuel, muchas gracias por tus comentarios. La tensión por lo menos es la que me queda luego de empujar las gallinas. ¡Un abrazo! F: