De este domingo y su ocaso.


Mejor hago caso por si acaso. ¿Será que me caso?
Que no me gusta, que me aterra ese laso.
Pero me hago viejo y solitario a este paso.

Ah qué pena fue olvidarte. Qué error tan craso.
Me leo y el camino en que te puse, miro. Y me repaso.

Ya ha llovido lo que hubo de llover. Mi vida: es un fracaso.
Tanto es mi miedo, que muerte le doy a este pobre y lleno vaso.

2 comentarios:

Filosofando al vacío dijo...

Nunca es tarde mientras haya tiempo… aunque también a veces no importa si se está ante la eternidad para saber que ya nada se puede hacer. A veces es cuestión de perspectivas, a veces de vida.

saludos,
Alejandro

Mista Vilteka dijo...

Se dice que no hay peor diligencia que la que se hace y me digo lo mismo que se dice pero no me lo creo.

Saludos.

Y gracias por pasar!