A empujones. A empellones. A gritos. A miedos. A voces entre bocas y mensajeros.
A formas viejas. A mecanismos caducos. A usos ya inútiles.
A perseverar la orden y no el criterio.
A no preguntar. A mirar sin mirar. A mirar para crear el pánico. A acallar mirando.
Así: quien se sienta en una silla grande de un escritorio grande de una oficina grande en un edificio grande.
Donde me veré quizás mirando.
Donde me han visto.
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