Vamos cuando vemos que ir podemos pues sumamos fúnebres ramos mientras aquí estamos antes de partir e ir y morir.
Como bien dijo Darío, proverbial canto de río, que no hay más que frescos racimos y que así como nos vamos, ya nos fuimos. Un día sin memoria, sin voz, sin gloria.
Un día sin i, uno sin ahora.
1 comentario:
Hola ,que buena entrada,he pasado por aqui y leer da ganas de seguir leyendo,estos momentos que uno tiene para la distraccion de la vida cotidiana, tienen que ser agradables y aqui lo son,te espero por mi blog para peregrinar algo,mi deseo de bienestar para ti y los tuyos,un fuerte abrazo.
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